'En EE. UU. legalizan y aquí todavía ponemos los muertos': Policía
General José R. León, director de la
Policía. Foto: Claudia Rubio - EL TIEMPO
El general León Riaño pide penas más fuertes para narcos extraditados.
En medio del debate por la legalización de la marihuana en dos estados de EE.
UU., el general José Roberto León Riaño, director de la Policía, asegura que si
bien ese es un asunto de las autoridades estadounidenses, resulta llamativo que
allá se exploren esas opciones mientras en Colombia se siguen poniendo muertos
en la lucha contra el narcotráfico.
En diálogo con EL TIEMPO, el general León Riaño también habló del proceso de
paz y advirtió que, como ha sucedido en otras negociaciones, el país debe estar
preparado para una eventual disidencia de las Farc que se aleje de la mesa y
decida seguir en la violencia.
El mundo asiste al debate de la efectividad de la lucha contra el
narcotráfico. ¿Nos habría ido mejor si Colombia hubiese sido más
tolerante?
Internacionalmente se aprecia a Colombia como un ejemplo de éxito en la lucha
contra el narcotráfico, porque hace más de tres lustros el país era considerado
casi un Estado fallido, casi una narcodemocracia. Colombia ha desmantelado
grandes carteles, extraditado a grandes jefes, ha reducido los cultivos ilícitos
y ha disminuido la producción de cocaína. En ese orden de ideas, relajarnos no
sería conveniente.
Pero, como dijo el señor Presidente, hay que mirar otras
alternativas para que la lucha sea más efectiva.
¿Qué alternativas?
Nosotros continuaremos con la aspersión, la erradicación manual, la
incautación de droga y destruyendo laboratorios, porque el problema aún sigue.
Se ha disminuido, pero todavía está vigente. Además, hay que mirar que, frente a
la desarticulación de los carteles, ha habido una transición a la economía
criminal del microtráfico. Es esta la que hoy está generando la violencia en
muchas ciudades.
¿Han planteado a EE. UU. la incomodidad de que, mientras en dos
estados de ese país ahora es legal la marihuana, en Colombia, como dice el
Presidente, seguimos judicializando a campesinos que la siembran?
El tema se tocó en la visita del consejero de seguridad de EE. UU., Denis
McDonough, hace una semana, y se pidió una especie de explicación de por qué en
dos estados particularmente habían legalizado, mientras aquí todavía ponemos
muertos en la lucha contra el narcotráfico. Ese debe ser un tema que ellos deben
revisar.
¿La extradición funciona o es cierta esa percepción de que los narcos
ya no le temen?
En varias oportunidades, a EE. UU. se le ha indagado y se le ha pedido mayor
firmeza en las condenas de los narcos, porque sí hemos notado condenas muy
cortas. Pero la extradición, independientemente de las condenas, ha servido en
el país porque se rompe una comunicación entre el cabecilla y la organización.
Y, segundo, porque es un mensaje para las nuevas generaciones de
narcotraficantes.
Pero son los mismos capos los que prefieren irse con la extradición
exprés. ¿Habría que afinar ese proceso?
Eso ya hace parte de una mesa entre el gobierno colombianos y Estados Unidos.
Esperemos que se le preste atención a lo que ha indicado el gobierno colombiano,
de ser más contundentes en las condenas de los narcos.
EE.UU. ha venido reduciendo la ayuda en el Plan Colombia con la tesis
de que el país ya puede andar solo en la lucha contra el narcotráfico. ¿El país
puede asumir autónomamente esta lucha?
En el caso de la Policía, en las diferentes reuniones con las autoridades
estadounidenses hemos indicado que, a pesar de que hemos recorrido un largo
trecho en la lucha contra el narcotráfico, aún nos queda el tramo más difícil y
que requiere más apoyo. Por lo tanto, hemos dicho que los recursos que vengan de
Estados Unidos deben responder a esa necesidad, de poder pasar ese trecho que
nos falta con buena calificación y evitar que haya un retroceso.
¿Qué han pedido?
Que por lo menos no se disminuyan los recursos o estabilizarlos, porque eso
nos permite seguir fortalecidos en la lucha contra el narcotráfico.
¿En qué aspectos nos deben seguir apoyando?
En temas de aspersión, por ejemplo. También hemos hablado sobre contar con
más plazo para la nacionalización del plan, con el fin de generar los recursos
que permitan caminar tranquilamente ese último trecho y tener mayor
efectividad.
¿Cuándo cree que el país podría asumir la
nacionalización?
Hay que irla mirando. Los resultados dirán cuál será el tiempo
prudencial.
Otro tema que concentra la atención del país es la paz. ¿En cuánto
tiempo se imagina a Colombia sin conflicto?
Lo primero por decir es que la Policía respalda la iniciativa del Presidente
de ofrecer una respuesta a los colombianos frente a ese anhelo de querer un país
en paz. En segundo término, que nosotros continuamos ejerciendo todo tipo de
operaciones con el fin de neutralizar o capturar a aquellos cabecillas de las
Farc que sigan sembrando violencia y terror.
Esperamos que la paz llegue muy
pronto, porque las nuevas generaciones tienen derecho a vivir en un país en paz,
a tener mayor progreso que el que hoy tenemos.
¿Ve a todas las Farc reintegradas a la sociedad?
Eso debe ser un resultado de la mesa de negociación. Pero diría que también
hay que estar preparados para una posible disidencia. Así lo dice la experiencia
en otros países; aunque sean unos porcentajes mínimos, todo proceso ha tenido
disidencias.
¿En qué se enfocaría esa disidencia?
Los análisis indican que esa disidencia podría ser una nueva 'bacrim' o,
posiblemente, podría vincularse a las bandas que ya existen. Pero estaría
totalmente dedicada al narcotráfico.
Excesos de
policías
Expiden directriz
Expiden directriz
Ante los casos de posibles excesos de policías, como ocurrió con un
joven en La Buitrera y un periodista en Sincelejo, ¿cuál es el mensaje del
director?
La Policía rechaza esos comportamientos. No son una política institucional.
Cada uno de estos casos fue abocado disciplinariamente y en los que haya lugar
se tomarán decisiones sin ninguna contemplación.
¿Qué se está haciendo?
La Policía ha venido trabajando de una manera preventiva en este sentido.
Hemos sacado una directiva nacional que indica cuál es el protocolo de actuación
frente al ejercicio del periodismo.
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