Preocupa atención de 60 hipopótamos en M. Medio
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Preocupa atención de 60 hipopótamos en M. Medio
Aunque los hipopótamos que esán en predios de Nápoles no tienen estrés por alimentos o por el clima, sí hay quejas y temores por los que andan por el Magdalena Medio. FOTO DONALDO ZULUA
Desde la caza y muerte de uno de los ejemplares en el 2009, un grupo interdisciplinario afina estrategias de manejo, pero es difícil confinarlos.
Por CARLOS MARIO GÓMEZ J. | Publicado el 20 de enero de 2014
Exportación es una opción que viene planteando el Parque Temático Hacienda Nápoles para situar en el exterior algunos de los hipopótamos que están en sus predios.
Una palabra, sin embargo, que la Corporación Autónoma Regional Rionegro Nare (Cornare) no ve apropiada y prefiere referirse a una eventual reubicación, aunque hasta el momento no hay ninguna entidad o zoológico extranjero que haya dado el sí definitivo.
Pero lo cierto es que el grupo interdisciplinario de instituciones que atiende esta población animal en el Magdalena Medio antioqueño ya tiene un terreno ganado en estrategias de atención.
El zootecnista Carlos Palacio, responsable del tema de fauna en el Parque Nápoles, sostiene que el número de estos ejemplares ha crecido y estima que serían unos 60, entre hembras y machos.
"Lo que hemos tenido es un aprendizaje en todos los sentidos y en su manejo", dice, luego de que en 2009 se diera la caza y muerte de uno de los hipopótamos que andaba por todo el Magdalena Medio.
Ese hecho originó indignación entre los colectivos ambientales, lo que abrió la puerta para constituir el grupo interdisciplinario que hoy integran el Ministerio de Ambiente, el Parque Hacienda Nápoles, Cornare y universidades como el CES, entre otros.
Un hipopótamo joven come cinco veces en el día el alimento de una vaca y la caza vivo del ejemplar puede costar hasta 100 millones de pesos.
David Echeverri, biólogo de Cornare, señala que los de Nápoles no sufren estrés por alimentos ni climáticos, aunque los más jóvenes tienden a aislarse cuando otros ejercen liderazgo sobre ellos, por lo que se van a otros lugares. Expone que tienen un proyecto piloto de captura, castración y esterilización. Se reubicaron dos en Bogotá. Les preocupa que si en el interior de Nápoles no hay un crecimiento importante y se mantiene en unos 26, puede ser signo de migración.
"Sería un problema nacional que afectaría la biodiversidad", advierte. Su confinamiento es difícil porque debe ser acorde con el tamaño y la fuerza. "Un hipopótamo es un tractorcito de dos toneladas y media y de ahí para arriba", agrega.
Una palabra, sin embargo, que la Corporación Autónoma Regional Rionegro Nare (Cornare) no ve apropiada y prefiere referirse a una eventual reubicación, aunque hasta el momento no hay ninguna entidad o zoológico extranjero que haya dado el sí definitivo.
Pero lo cierto es que el grupo interdisciplinario de instituciones que atiende esta población animal en el Magdalena Medio antioqueño ya tiene un terreno ganado en estrategias de atención.
El zootecnista Carlos Palacio, responsable del tema de fauna en el Parque Nápoles, sostiene que el número de estos ejemplares ha crecido y estima que serían unos 60, entre hembras y machos.
"Lo que hemos tenido es un aprendizaje en todos los sentidos y en su manejo", dice, luego de que en 2009 se diera la caza y muerte de uno de los hipopótamos que andaba por todo el Magdalena Medio.
Ese hecho originó indignación entre los colectivos ambientales, lo que abrió la puerta para constituir el grupo interdisciplinario que hoy integran el Ministerio de Ambiente, el Parque Hacienda Nápoles, Cornare y universidades como el CES, entre otros.
Un hipopótamo joven come cinco veces en el día el alimento de una vaca y la caza vivo del ejemplar puede costar hasta 100 millones de pesos.
David Echeverri, biólogo de Cornare, señala que los de Nápoles no sufren estrés por alimentos ni climáticos, aunque los más jóvenes tienden a aislarse cuando otros ejercen liderazgo sobre ellos, por lo que se van a otros lugares. Expone que tienen un proyecto piloto de captura, castración y esterilización. Se reubicaron dos en Bogotá. Les preocupa que si en el interior de Nápoles no hay un crecimiento importante y se mantiene en unos 26, puede ser signo de migración.
"Sería un problema nacional que afectaría la biodiversidad", advierte. Su confinamiento es difícil porque debe ser acorde con el tamaño y la fuerza. "Un hipopótamo es un tractorcito de dos toneladas y media y de ahí para arriba", agrega.
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