Adiós al visionario JAIME TOBON VILLEGAS
EL COLOMBIANO.Medellín
ELCIBERECOVIRTUAL Buenaventura Col.
20 de septiembre de 2014
Actualidad . Antioquia
Adiós al visionario Jaime Tobón Villegas
A las 11:00 a.m. será la misa de despedida al exalcalde de Medellín, un hombre visionario con gran ética social.
POR GUSTAVO OSPINA ZAPATA
Así lucía don Jaime Tobón Villegas cuando nos abrió las puertas de su apartamento. Se veía lleno de vitalidad. FOTO DONALDO ZULUA
Notas relacionadas
Obsequiándole legumbres, flores y poemas, un día hace más de 30 años, don Jaime Tobón Villegas conquistó a Norela Marín Vieco, su
segunda esposa y la mujer que lo acompañó durante treinta años, hasta
ayer mismo en la madrugada, cuando el exalcalde de Medellín falleció en
sus brazos a la edad de 95 años.
Así lo confesó ella en una última entrevista que su esposo concedió a El Colombiano hace apenas dos meses en su apartamento de El Poblado.
-Yo llegué a trabajar a la Alcaldía de Rionegro y él era el alcalde. Le tenía pavor, pero así empezó a conquistarme-, dijo ese día entre risas la exdirectora del Teatro Pablo Tobón y del teatro de la U. de Medellín.
Estaba lúcido. Brillante. Tenía carraspera en la voz, pero eso no le impidió tejer el discurso con que respondía a cada pregunta.
-Los administradores de ahora no planean sino para mañana, no a 50 años, como hay que hacerlo-, decía.
Escuchaba a la perfección. Nos recibió de vestido, sombrero y bastón, con toda la elegancia que lo caracterizó. Tenía la angustia del futuro.
-En el 2050 seremos 70 millones de colombianos y Antioquia tendrá 12 o 15 millones, ¿cómo les vamos a garantizar la felicidad a todas esas personas?-, se preguntaba.
Propuso, esa vez, que los ricos y las empresas aportaran dinero para crear un fondo de $10 billones que servirían para el post conflicto si se firman los acuerdos de paz con las Farc. ¿No se ha hablado por estos días tanto de eso mismo?
A pesar de tantos cargos, públicos y privados, no acumuló riquezas.
-Apenas alcancé una pensión de dos millones de pesos después de cotizar 1.300 semanas-, decía. Los ojos le brillaban.
Contó que asistió a casi todas las conferencias del Foro Urbano Mundial que se celebró en Medellín en abril de este año. Tomó apuntes de cada cosa interesante y del tema fue publicando en notas de prensa en periódicos.
-Todo lo que se habló en el Foro es para aplicarlo, no para dejarlo guardado en archivos-, apuntó.
¿Hasta cuándo?
Más vital que el viento. Así sentí a don Jaime, un caballero al que a sus 95 años la palabra anciano le quedaba grande, sobre todo por su lucidez intelectual y por su memoria prodigiosa. ¡Incomparable…
-En el año 2050 seremos 9.650 millones de personas. Y para sostenerlas tenemos que producir 70 veces más de lo que estamos produciendo hoy en alimentos-, dijo. Y se quedó muy serio. Y agregó después que América Latina tiene 750 millones de hectáreas disponibles y 216 millones están capacidad para sembrarse.
No dejó de soñar con una ciudad mejor. Y hablaba con tal propiedad, que hasta le pregunté: ¿Se le mediría a volver a ser alcalde de Medellín?
Curiosamente, no sonrió. Tampoco miró con enojo. Se puso solemne.
-Con los conocimientos que he adquirido y con estos 1.240 y pico de meses encima no es fácil, pero sí sabría qué hacer-, respondió.
Nunca presentí que moriría unos días después.
Rodrigo Zuluaga Mejía, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio del Oriente antioqueño, destacó su agudeza mental. "Una persona muy propositiva, pero muy crítica. Impresionantemente informado", señaló.
En su cumpleaños, la Fábrica de Licores de Antioquia le celebró con aguardiente, que era lo que lo mantenía vivo y vital. Esa vitalidad le duró hasta el pasado lunes, cuando empezó a sentir los rigores de la Amiloidosis, una extraña enfermedad que lo aquejó en el último año y que hizo que varios médicos le pronosticaran la muerte, relató su esposa Norela, que lo vio morir.
-Él estaba preparado, sabía lo que le venía y se fue tranquilo-, relató. Destacó su legado de honorabilidad, ética y respeto: "Era un caballero en todo el sentido de la palabra".
-El lunes hablé con él para contarle cómo nos había ido en el Congreso de Fenalco en Ibagué, porque él fue nuestro presidente entre 1953 y 1957, y lo noté lúcido aunque cansado-, comentó Sergio Ignacio Soto, director ejecutivo de Fenalco Antioquia, que era su amigo y también destacó sus ejecutorias, su desvelo por la educación, su visión futurista.
Quería vivir hasta el 2015, o más, dijo en la entrevista. Pero no le alcanzó para más. Se fue al viaje inevitable e infinito. Y quedó su legado. Su honorabilidad. Y el sueño de un mundo mejor...
Así lo confesó ella en una última entrevista que su esposo concedió a El Colombiano hace apenas dos meses en su apartamento de El Poblado.
-Yo llegué a trabajar a la Alcaldía de Rionegro y él era el alcalde. Le tenía pavor, pero así empezó a conquistarme-, dijo ese día entre risas la exdirectora del Teatro Pablo Tobón y del teatro de la U. de Medellín.
Estaba lúcido. Brillante. Tenía carraspera en la voz, pero eso no le impidió tejer el discurso con que respondía a cada pregunta.
-Los administradores de ahora no planean sino para mañana, no a 50 años, como hay que hacerlo-, decía.
Escuchaba a la perfección. Nos recibió de vestido, sombrero y bastón, con toda la elegancia que lo caracterizó. Tenía la angustia del futuro.
-En el 2050 seremos 70 millones de colombianos y Antioquia tendrá 12 o 15 millones, ¿cómo les vamos a garantizar la felicidad a todas esas personas?-, se preguntaba.
Propuso, esa vez, que los ricos y las empresas aportaran dinero para crear un fondo de $10 billones que servirían para el post conflicto si se firman los acuerdos de paz con las Farc. ¿No se ha hablado por estos días tanto de eso mismo?
A pesar de tantos cargos, públicos y privados, no acumuló riquezas.
-Apenas alcancé una pensión de dos millones de pesos después de cotizar 1.300 semanas-, decía. Los ojos le brillaban.
Contó que asistió a casi todas las conferencias del Foro Urbano Mundial que se celebró en Medellín en abril de este año. Tomó apuntes de cada cosa interesante y del tema fue publicando en notas de prensa en periódicos.
-Todo lo que se habló en el Foro es para aplicarlo, no para dejarlo guardado en archivos-, apuntó.
¿Hasta cuándo?
Más vital que el viento. Así sentí a don Jaime, un caballero al que a sus 95 años la palabra anciano le quedaba grande, sobre todo por su lucidez intelectual y por su memoria prodigiosa. ¡Incomparable…
-En el año 2050 seremos 9.650 millones de personas. Y para sostenerlas tenemos que producir 70 veces más de lo que estamos produciendo hoy en alimentos-, dijo. Y se quedó muy serio. Y agregó después que América Latina tiene 750 millones de hectáreas disponibles y 216 millones están capacidad para sembrarse.
No dejó de soñar con una ciudad mejor. Y hablaba con tal propiedad, que hasta le pregunté: ¿Se le mediría a volver a ser alcalde de Medellín?
Curiosamente, no sonrió. Tampoco miró con enojo. Se puso solemne.
-Con los conocimientos que he adquirido y con estos 1.240 y pico de meses encima no es fácil, pero sí sabría qué hacer-, respondió.
Nunca presentí que moriría unos días después.
Rodrigo Zuluaga Mejía, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio del Oriente antioqueño, destacó su agudeza mental. "Una persona muy propositiva, pero muy crítica. Impresionantemente informado", señaló.
En su cumpleaños, la Fábrica de Licores de Antioquia le celebró con aguardiente, que era lo que lo mantenía vivo y vital. Esa vitalidad le duró hasta el pasado lunes, cuando empezó a sentir los rigores de la Amiloidosis, una extraña enfermedad que lo aquejó en el último año y que hizo que varios médicos le pronosticaran la muerte, relató su esposa Norela, que lo vio morir.
-Él estaba preparado, sabía lo que le venía y se fue tranquilo-, relató. Destacó su legado de honorabilidad, ética y respeto: "Era un caballero en todo el sentido de la palabra".
-El lunes hablé con él para contarle cómo nos había ido en el Congreso de Fenalco en Ibagué, porque él fue nuestro presidente entre 1953 y 1957, y lo noté lúcido aunque cansado-, comentó Sergio Ignacio Soto, director ejecutivo de Fenalco Antioquia, que era su amigo y también destacó sus ejecutorias, su desvelo por la educación, su visión futurista.
Quería vivir hasta el 2015, o más, dijo en la entrevista. Pero no le alcanzó para más. Se fue al viaje inevitable e infinito. Y quedó su legado. Su honorabilidad. Y el sueño de un mundo mejor...
PARA SABER MÁS
MISA: 11:00 A.M. EN BASÍLICA METROPOLITANA
La misa de despedida del exalcalde Jaime Tobón
Villegas se realiza hoy a las 11:00 a.m. en la Basílica Metropolitana
(Parque Bolívar). Ayer fue velado en Campos de Paz y su cuerpo, cremado.
Ocupó cargos públicos y privados. Entre 1953 y 1957 fue director de
Fenalco. También ocupó el cargo en Camacol. En 1967, el presidente
Carlos Lleras lo nombró alcalde de Medellín, donde estuvo hasta 1968.
Manejó la Federación de Fondos Ganaderos, fue gerente de EPM, alcalde de
Rionegro y rector de la Universidad Libre,
de Bogotá, y de la Universidad de Medellín. Fue director de la
Asociación Colombiana de Universidades (Ascún). En 2007 Fenalco le
otorgó el Mercurio de Oro, entre otras muchas condecoraciones que
recibió.
EN DEFINITIVA
Tras una vida dedicada al servicio público, a los 95
años falleció Jaime Tobón Villegas, exalcalde de Medellín. Se fue
pensando en cómo sería la ciudad del futuro si se lograra mejor
planificación.
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