El poder de un 'topless'
El poder de un 'topless'
Por:REBECA LUCÍA GALINDO|
Comenzaron hace solo cinco años en Ucrania y parece que ya están en todas partes. Las integrantes del movimiento Femen, que se autodenomina ‘sextremista’ y ‘neofeminista’, protestan con el torso desnudo, una corona de flores en la cabeza y varios enemigos en común: el patriarcado, el extremismo religioso, las dictaduras y la explotación sexual.
Ellas calculan que tienen unas 200 activistas ‘topless’ en todo el mundo y ya tienen ‘sedes’ en Francia, Alemania, Estados Unidos,
Brasil y México, entre otros países. ( Vea imágenes de la protesta feminista en Paris).
Una de sus tres fundadoras, Alexandra Shevchenko, parece una muñeca… labios grandes, pelo rubio y ojos grises. Desde Berlín, cuya célula lidera, reconoce que antes de ser activista, ella entró a la universidad a estudiar economía solo “para conseguir un mejor marido, porque es lo primero que está en la mente de las ucranianas”.
“El mío es un país de hombres y para los hombres”, dice para explicar la necesidad de un grupo como el suyo.
Una de las protestas de Femen, hace tres años, puso en aprietos al actual primer ministro ucraniano, Mykola Azarov, cuando este defendió a su gabinete compuesto únicamente por hombres “porque dirigir reformas no es asunto de mujeres” y él necesitaba “gente que pudiera trabajar entre 16 y 18 horas al día”.
Lo único que a Shevchenko parece darle algo de pena es su inglés, con el que se expresa con dificultad. A sus 24 años, calcula que ha sido arrestada más de 50 veces, pero ya no tiene miedo porque dice que no ha hecho nada ilegal.
Al principio, el grupo no protestaba desnudo, hasta que todas acordaron “hacer algo más radical”. “Había un feminismo clásico y europeo que fue necesario hace 50 años, pero ya no es atractivo para los jóvenes y ya no funciona”, sentencia. Opiniones como esa les han dejado un nuevo y poderoso enemigo: otras feministas.
Al movimiento lo acusan de no tener un objetivo fijo, de ser demasiado ingenuas con su discurso y de buscar solo fama mediática (algo que, sin duda, han conseguido. Después de todo, usted está leyendo este artículo). Además, tanto espectáculo podría estar opacando su mensaje, y han recibido más de una acusación por irrespetar la libertad religiosa al irrumpir medio desnudas en mezquitas e iglesias.
“Lo que les interesa es provocar.
Ellas dicen que con pancartas y discursos nadie se va a mover. –dice Florence Thomas, directora del grupo Mujer y Sociedad de la Universidad Nacional - Cada vez que unas acciones generan debate es interesante, aunque creo que hay otras maneras de hacerlo, a partir de argumentos.
Pero ellas encontraron esta fórmula y funciona; a veces es más efectiva que todos nuestros discursos para responder al Procurador”.
La feminista y bloguera canadiense Meghan Murphy, invitada el año pasado a debatir el tema para la cadena Al Jazeera, las atacó: “Se contradicen a sí mismas. Quitarte la camisa para que los medios sexistas te tomen fotos juega a favor de la imagen del cuerpo femenino como objeto”.
Shevchenko se defiende: “Después de nuestras acciones, sacamos a la luz muchos temas que la gente conoce, pero nunca discute. Si alguien está hablando de mis tetas y al mismo tiempo alguien mencionó, por ejemplo, los derechos de las mujeres musulmanas, eso ya es un éxito para mí”.
Lo cierto es que Femen no se inventó la protesta ‘topless’, el uso de los senos se remonta a las marchas de los años 60, cuando las feministas se quitaban el sostén para rechazarlo como símbolo de opresión.
Tras la caída de la Unión Soviética, dicen expertos, Ucrania se encontró en medio de una democracia débil y de una zambullida de cabeza a la economía de mercado. Esa transición, en la década de los 90, generó un vacío que fue aprovechado por redes de crimen trasnacional en conjunto con las mafias que ya estaba afincadas.
La recesión económica que le siguió a la independencia llevó a muchas mujeres a ejercer la prostitución mientras otras se convirtieron en presa fácil de las redes de trata de blancas. La OIM estima que, para 1998, unas 420.000 mujeres fueron obligadas a salir del país para el tráfico sexual.
Registros de la Fundación Tampep (que trabaja en prevención de VIH en prostitutas), dan cuenta de que en el 2008, un 60 por ciento de las mujeres que migraron a Europa occidental para ser trabajadoras sexuales, provenían principalmente de países del Este como Rumania, Rusia, Bulgaria y Ucrania.
Resultado de ese historial, de acuerdo con sondeos de grupos feministas, dos de cada tres ucranianas han dicho haber sido abordadas y agredidas verbalmente en la calle al menos una vez en sus vidas por hombres extranjeros que buscan sexo barato.
Para muchos académicos, Femen no surgió solo en respuesta a eso, sino también como una ‘hija’ de la llamada Revolución Naranja, que en el 2004, convocó a cientos de miles de ucranianos a la calle tras unas elecciones con visos de fraude. La esperanza que generaron esta resistencia civil y la repetición de los comicios comenzó a desvanecerse en el 2011, cuando la exprimera ministra Yulia Tymoshenko, una de las ‘heroínas’ de la revolución, fue condenada por abuso de poder.
Femen la ha acusado de ser igual de corrupta que cualquier otro político, pero con falda.
La guerra al desnudo de Femen es vista por Thomas como unas de “las múltiples maneras de vivir el feminismo”. En sus inicios, dice Shevchenko, el grupo buscó inspiración en los movimientos occidentales. “Queríamos tener el mismo nivel y reconocimiento que las feministas europeas. –cuenta la activista- Pero vimos que muchos de esos grupos viven peleándose entre sí y no en contra del patriarcado”.
El lenguaje simplista y ofensivo que usan es también objeto de ataques. Sobre el pecho escriben frases como: “Ve a violarte a ti mismo. A la mierda tu moralismo. La pornografía no es la vida real. Industria del sexo = cultura de la violación. Carros para las mujeres y camellos para los hombres (en referencia a la prohibición de las mujeres a manejar en Arabia Saudí)”.
Este punto, según Thomas, es vital para que Femen se conserve como algo más que una moda.
Con la atención del mundo y un manojo de causas, dependerá de ellas que sus gritos trasciendan o no de lo que sus contradictores sienten que es: un bonito paisaje que se podría volver aburrido.
Cofundadora de Femen y líder del movimiento en Berlín.
¿Es obligatorio desnudarse para hacer parte de Femen?
Si quieres ser una ‘sextremista’ Femen, sí. Si quieres unirte solo a ayudar o apoyar el movimiento, no, nadie te obligará. Es como si quisieras entrar al Ejército, debes no solo compartir su ideología, también debes adoptar sus formas de lucha.
¿No creen que protestar por demasiados temas diferentes deja un mensaje difuso?
Creo que es discriminación si te enfocas en un solo problema en medio de todas las injusticias que sufren las mujeres.
¿Cómo fue la primera protesta ‘topless’?
Estaba muy preocupada por mi cuerpo, nací dentro de un sistema patriarcal y tenía muchos complejos sobre el tamaño de senos, igual que casi todas las mujeres. Pero cuando lo hice, comprendí que funcionaba como mi arma. Todavía me siento incómoda cuando tengo que hacer sesiones de fotos para la prensa. Pero si estoy en la calle protestando, mi desnudez es la armadura me hace sentir más fuerte.
¿Qué respuesta tuvo de su familia y su novio cuando comenzó Femen?
Para las activistas Femen esto es como un filtro, cambia por completo tu vida. Para mí, generó un círculo especial de personas a mi alrededor, son de mente abierta. Todos los hombres con los que me he relacionado amorosa, amistosa o laboralmente me apoyan y respetan.
Ustedes se enfrentan mucho a la policía. ¿Sienten temor por su vida o seguridad?
Temo por mi vida todos los días, pero solo por ser mujer, no por ser Femen. Cuando me convertí en activista este temor se redujo.
¿También hay que ser bonita para ser Femen? Gran parte de la atención mediática que ustedes han logrado es por su imagen de mujeres rubias, altas y delgadas.
No necesitas ser hermosa, pero serás hermosa. No todas somos chicas rubias ucranianas, hay de todo en Femen. Lo cierto es que cuando miras a una mujer con la cabeza en alto y luchando por sí misma y por las otras mujeres ya son lo suficientemente hermosas.
¿Cree que todo esto ha dejado cambios reales?
Sí. Nuestro enemigo es tan fuerte que tomará mucho tiempo destruirlo, pero siento que le hemos dado a las mujeres un arma social para protestar. A veces se cambian cosas pequeñas, como la libertad de pensamiento en alguien en particular. Venimos de un país muy pobre, que siempre ha tratado de copiar modelos económicos europeos y estadounidenses. Esta vez, una iniciativa nacida en Ucrania está teniendo repercusión en todo el mundo y eso ya representa un éxito para nosotras.
Musulmanas rechazaron ‘yihad topless’
Con el encabezado ‘Tetislamismo’ en su página web, el pasado jueves Femen organizó una ‘yihad topless’ en frente de mezquitas de varias ciudades en solidaridad con una tunecina de 19 años, conocida como Amina Tyler, que causó escándalo en Túnez por publicar fotos suyas con el torso desnudo y las palabras “mi cuerpo me pertenece, no representa el honor de nadie”.
Según el diario tunecino Assabah News, el clérigo musulmán Adel Almi pidió que se la condenara a morir lapidada. El religioso negó luego haber llegado tan lejos en sus declaraciones.
En cualquier caso, la petición no tendría un sustento legal, ya que según Amnistía Internacional, Túnez puede ser considerado un país abolicionista de la pena de muerte porque no ha ejecutado a nadie en los últimos diez años. Además, los líderes religiosos no tienen poder judicial.
Sin embargo, la joven dice que ha recibido amenazas por teléfono. Su acto también podría incurrir en un “atentado al pudor”, delito tipificado en el código penal tunecino y castigado con cárcel. Los académicos vieron esta ‘yihad’ como una oportunidad perdida para abordar ese debate.
Cientos de mujeres musulmanas expresaron su rechazo a Femen través de redes sociales. Acusan a las activistas ‘topless’ de usar su pensamiento occidental e “imperialista” para imponer su idea de que el feminismo es antagónico al islam y de creer que usar velo es símbolo de opresión.
A través de Twitter publicaron sus fotos con mensajes como “Mi modestia no compromete mi feminismo”, “Estoy orgullosa de ser musulmana”. “Ustedes no me representan”, “Mujeres blancas no musulmanas, salvando a mujeres musulmanas de los hombres musulmanes… ¡Basura!”
La misma Amina Tyler dijo recientemente que apoya a Femen pero critica fuertemente que las manifestantes hayan quemado en París una bandera con la shadada, el credo islámico que traduce “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”. “Estoy en contra – dijo Tyler en entrevista con una cadena de televisión francesa- “Insultaron a todos los musulmanes”.
REBECA LUCÍA GALINDO
REDACCIÓN INTERNACIONAL
"El pecado está en tus ojos", escribió esta mujer en su pecho durante una protesta en Montreal.
Foto: ReutersEl movimiento Femen nacido en Ucrania se hizo global en tan solo cinco años.
Tetas contra el Papa, tetas contra los homofóbicos, tetas contra el turismo sexual, tetas contra la industria pornográfica, tetas en contra de Dominique Strauss-Kahn y Silvio Berlusconi.Comenzaron hace solo cinco años en Ucrania y parece que ya están en todas partes. Las integrantes del movimiento Femen, que se autodenomina ‘sextremista’ y ‘neofeminista’, protestan con el torso desnudo, una corona de flores en la cabeza y varios enemigos en común: el patriarcado, el extremismo religioso, las dictaduras y la explotación sexual.
Ellas calculan que tienen unas 200 activistas ‘topless’ en todo el mundo y ya tienen ‘sedes’ en Francia, Alemania, Estados Unidos,
Brasil y México, entre otros países. ( Vea imágenes de la protesta feminista en Paris).
Una de sus tres fundadoras, Alexandra Shevchenko, parece una muñeca… labios grandes, pelo rubio y ojos grises. Desde Berlín, cuya célula lidera, reconoce que antes de ser activista, ella entró a la universidad a estudiar economía solo “para conseguir un mejor marido, porque es lo primero que está en la mente de las ucranianas”.
“El mío es un país de hombres y para los hombres”, dice para explicar la necesidad de un grupo como el suyo.
Una de las protestas de Femen, hace tres años, puso en aprietos al actual primer ministro ucraniano, Mykola Azarov, cuando este defendió a su gabinete compuesto únicamente por hombres “porque dirigir reformas no es asunto de mujeres” y él necesitaba “gente que pudiera trabajar entre 16 y 18 horas al día”.
Lo único que a Shevchenko parece darle algo de pena es su inglés, con el que se expresa con dificultad. A sus 24 años, calcula que ha sido arrestada más de 50 veces, pero ya no tiene miedo porque dice que no ha hecho nada ilegal.
Al principio, el grupo no protestaba desnudo, hasta que todas acordaron “hacer algo más radical”. “Había un feminismo clásico y europeo que fue necesario hace 50 años, pero ya no es atractivo para los jóvenes y ya no funciona”, sentencia. Opiniones como esa les han dejado un nuevo y poderoso enemigo: otras feministas.
Al movimiento lo acusan de no tener un objetivo fijo, de ser demasiado ingenuas con su discurso y de buscar solo fama mediática (algo que, sin duda, han conseguido. Después de todo, usted está leyendo este artículo). Además, tanto espectáculo podría estar opacando su mensaje, y han recibido más de una acusación por irrespetar la libertad religiosa al irrumpir medio desnudas en mezquitas e iglesias.
“Lo que les interesa es provocar.
Ellas dicen que con pancartas y discursos nadie se va a mover. –dice Florence Thomas, directora del grupo Mujer y Sociedad de la Universidad Nacional - Cada vez que unas acciones generan debate es interesante, aunque creo que hay otras maneras de hacerlo, a partir de argumentos.
Pero ellas encontraron esta fórmula y funciona; a veces es más efectiva que todos nuestros discursos para responder al Procurador”.
La feminista y bloguera canadiense Meghan Murphy, invitada el año pasado a debatir el tema para la cadena Al Jazeera, las atacó: “Se contradicen a sí mismas. Quitarte la camisa para que los medios sexistas te tomen fotos juega a favor de la imagen del cuerpo femenino como objeto”.
Shevchenko se defiende: “Después de nuestras acciones, sacamos a la luz muchos temas que la gente conoce, pero nunca discute. Si alguien está hablando de mis tetas y al mismo tiempo alguien mencionó, por ejemplo, los derechos de las mujeres musulmanas, eso ya es un éxito para mí”.
Lo cierto es que Femen no se inventó la protesta ‘topless’, el uso de los senos se remonta a las marchas de los años 60, cuando las feministas se quitaban el sostén para rechazarlo como símbolo de opresión.
Un origen atado a Ucrania
Aunque hoy son un movimiento global, la realidad de su país de origen explica muchas de sus reivindicaciones.Tras la caída de la Unión Soviética, dicen expertos, Ucrania se encontró en medio de una democracia débil y de una zambullida de cabeza a la economía de mercado. Esa transición, en la década de los 90, generó un vacío que fue aprovechado por redes de crimen trasnacional en conjunto con las mafias que ya estaba afincadas.
La recesión económica que le siguió a la independencia llevó a muchas mujeres a ejercer la prostitución mientras otras se convirtieron en presa fácil de las redes de trata de blancas. La OIM estima que, para 1998, unas 420.000 mujeres fueron obligadas a salir del país para el tráfico sexual.
Registros de la Fundación Tampep (que trabaja en prevención de VIH en prostitutas), dan cuenta de que en el 2008, un 60 por ciento de las mujeres que migraron a Europa occidental para ser trabajadoras sexuales, provenían principalmente de países del Este como Rumania, Rusia, Bulgaria y Ucrania.
Resultado de ese historial, de acuerdo con sondeos de grupos feministas, dos de cada tres ucranianas han dicho haber sido abordadas y agredidas verbalmente en la calle al menos una vez en sus vidas por hombres extranjeros que buscan sexo barato.
Para muchos académicos, Femen no surgió solo en respuesta a eso, sino también como una ‘hija’ de la llamada Revolución Naranja, que en el 2004, convocó a cientos de miles de ucranianos a la calle tras unas elecciones con visos de fraude. La esperanza que generaron esta resistencia civil y la repetición de los comicios comenzó a desvanecerse en el 2011, cuando la exprimera ministra Yulia Tymoshenko, una de las ‘heroínas’ de la revolución, fue condenada por abuso de poder.
Femen la ha acusado de ser igual de corrupta que cualquier otro político, pero con falda.
La guerra al desnudo de Femen es vista por Thomas como unas de “las múltiples maneras de vivir el feminismo”. En sus inicios, dice Shevchenko, el grupo buscó inspiración en los movimientos occidentales. “Queríamos tener el mismo nivel y reconocimiento que las feministas europeas. –cuenta la activista- Pero vimos que muchos de esos grupos viven peleándose entre sí y no en contra del patriarcado”.
El lenguaje simplista y ofensivo que usan es también objeto de ataques. Sobre el pecho escriben frases como: “Ve a violarte a ti mismo. A la mierda tu moralismo. La pornografía no es la vida real. Industria del sexo = cultura de la violación. Carros para las mujeres y camellos para los hombres (en referencia a la prohibición de las mujeres a manejar en Arabia Saudí)”.
Este punto, según Thomas, es vital para que Femen se conserve como algo más que una moda.
Con la atención del mundo y un manojo de causas, dependerá de ellas que sus gritos trasciendan o no de lo que sus contradictores sienten que es: un bonito paisaje que se podría volver aburrido.
Entrevista
‘Temo por mi vida todos los días, pero solo por ser mujer, no por ser Femen’
Alexandra Shevchenko‘Temo por mi vida todos los días, pero solo por ser mujer, no por ser Femen’
Cofundadora de Femen y líder del movimiento en Berlín.
¿Es obligatorio desnudarse para hacer parte de Femen?
Si quieres ser una ‘sextremista’ Femen, sí. Si quieres unirte solo a ayudar o apoyar el movimiento, no, nadie te obligará. Es como si quisieras entrar al Ejército, debes no solo compartir su ideología, también debes adoptar sus formas de lucha.
¿No creen que protestar por demasiados temas diferentes deja un mensaje difuso?
Creo que es discriminación si te enfocas en un solo problema en medio de todas las injusticias que sufren las mujeres.
¿Cómo fue la primera protesta ‘topless’?
Estaba muy preocupada por mi cuerpo, nací dentro de un sistema patriarcal y tenía muchos complejos sobre el tamaño de senos, igual que casi todas las mujeres. Pero cuando lo hice, comprendí que funcionaba como mi arma. Todavía me siento incómoda cuando tengo que hacer sesiones de fotos para la prensa. Pero si estoy en la calle protestando, mi desnudez es la armadura me hace sentir más fuerte.
¿Qué respuesta tuvo de su familia y su novio cuando comenzó Femen?
Para las activistas Femen esto es como un filtro, cambia por completo tu vida. Para mí, generó un círculo especial de personas a mi alrededor, son de mente abierta. Todos los hombres con los que me he relacionado amorosa, amistosa o laboralmente me apoyan y respetan.
Ustedes se enfrentan mucho a la policía. ¿Sienten temor por su vida o seguridad?
Temo por mi vida todos los días, pero solo por ser mujer, no por ser Femen. Cuando me convertí en activista este temor se redujo.
¿También hay que ser bonita para ser Femen? Gran parte de la atención mediática que ustedes han logrado es por su imagen de mujeres rubias, altas y delgadas.
No necesitas ser hermosa, pero serás hermosa. No todas somos chicas rubias ucranianas, hay de todo en Femen. Lo cierto es que cuando miras a una mujer con la cabeza en alto y luchando por sí misma y por las otras mujeres ya son lo suficientemente hermosas.
¿Cree que todo esto ha dejado cambios reales?
Sí. Nuestro enemigo es tan fuerte que tomará mucho tiempo destruirlo, pero siento que le hemos dado a las mujeres un arma social para protestar. A veces se cambian cosas pequeñas, como la libertad de pensamiento en alguien en particular. Venimos de un país muy pobre, que siempre ha tratado de copiar modelos económicos europeos y estadounidenses. Esta vez, una iniciativa nacida en Ucrania está teniendo repercusión en todo el mundo y eso ya representa un éxito para nosotras.
Musulmanas rechazaron ‘yihad topless’
Con el encabezado ‘Tetislamismo’ en su página web, el pasado jueves Femen organizó una ‘yihad topless’ en frente de mezquitas de varias ciudades en solidaridad con una tunecina de 19 años, conocida como Amina Tyler, que causó escándalo en Túnez por publicar fotos suyas con el torso desnudo y las palabras “mi cuerpo me pertenece, no representa el honor de nadie”.
Según el diario tunecino Assabah News, el clérigo musulmán Adel Almi pidió que se la condenara a morir lapidada. El religioso negó luego haber llegado tan lejos en sus declaraciones.
En cualquier caso, la petición no tendría un sustento legal, ya que según Amnistía Internacional, Túnez puede ser considerado un país abolicionista de la pena de muerte porque no ha ejecutado a nadie en los últimos diez años. Además, los líderes religiosos no tienen poder judicial.
Sin embargo, la joven dice que ha recibido amenazas por teléfono. Su acto también podría incurrir en un “atentado al pudor”, delito tipificado en el código penal tunecino y castigado con cárcel. Los académicos vieron esta ‘yihad’ como una oportunidad perdida para abordar ese debate.
Cientos de mujeres musulmanas expresaron su rechazo a Femen través de redes sociales. Acusan a las activistas ‘topless’ de usar su pensamiento occidental e “imperialista” para imponer su idea de que el feminismo es antagónico al islam y de creer que usar velo es símbolo de opresión.
A través de Twitter publicaron sus fotos con mensajes como “Mi modestia no compromete mi feminismo”, “Estoy orgullosa de ser musulmana”. “Ustedes no me representan”, “Mujeres blancas no musulmanas, salvando a mujeres musulmanas de los hombres musulmanes… ¡Basura!”
La misma Amina Tyler dijo recientemente que apoya a Femen pero critica fuertemente que las manifestantes hayan quemado en París una bandera con la shadada, el credo islámico que traduce “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”. “Estoy en contra – dijo Tyler en entrevista con una cadena de televisión francesa- “Insultaron a todos los musulmanes”.
REBECA LUCÍA GALINDO
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