miércoles, 10 de abril de 2013

LA ÚLTIMA VISITA DE JORGE ELIECER GAITAN


LA COLUMNA DEL DIA
Buenaventura/09/04/13
Recuentos olvidados.

Doctor Jorge Eliecer Gaitan

 
"Pueblos, por vuestra victoria moral ¡a la carga!, por la restauración moral ¡a la carga!, por vuestra victoria ¡a la carga!, por la derrota de la oligarquía ¡a la carga!

 
 
LA ÚLTIMA VISITA DE JORGE ELIECER GAITAN A
MEDELLIN  
Por: René Orozco Echeverry
Arq. René Orozco Echeverry
Me resulta hoy 65 años del asesinato de Gaitán recordar con exactitud en que año fue la última vez el caudillo, visito triunfalmente a Medellín.

Si no estoy mal, fue en 1946, dos años antes de 1948, estudiaba en ese entonces “bachillerato” en el Liceo Antioqueño de  la Universidad de Antioquia.

Federico Estrada Vélez, le faltaban pocos años para graduarse de abogado, de la misma Universidad.  

Por mi parte me caracterizaba de ser buen dibujante, retratista y caricaturista hizo, que el estudiante de abogacía me llamara para que hiciera una serie de “pancartas” alusivas a la visita que el caudillo liberar quien aspiraba llegar a la presidencia, por segunda vez venía a Medellín, con los retratos de Echandía, Lleras, Chaus,  Córdoba y otros jefes liberales, y por su puesto Jorge Eliecer Gaitán.
Para retribuir ese esfuerzo, fui incluido en la lista de liberales que estudiaban en la Universidad de Antioquia.

 Fernando Botero, no participó en este evento, no sé si era porque era godo, aun cuando no gozaba la fama, ni era tan popular, pero  mostraba su talante de artista en las alegorías, para la página de poesía que “El colombiano de Medellín” publicaba los domingos.

A la llegada al aeropuerto Olaya Herrera a inmediaciones del avión que traía tan distinguida y selecta comitiva de políticos que venían de Bogotá, nuestra delegación estudiantil pegada a la escalerilla, iniciaba la larga calle de honor, fuimos los  primeros en darle el saludo de bienvenida al doctor Gaitán, implacable, vestido de paños gris, saco cruzado, con sombrero también gris con cinta de  negra y lustrosa, soportaba en su brazo derecho un gabán sedoso   negro.

Fui el primero de la fila a quien el doctor Gaitán saludó de mano sensiblemente emocionado, y con demás compañeros hizo lo mismo.

El recibimiento fue tan apoteósico que la gente agolpada llenaba la avenida que partía de la “pista del aeropuerto” para terminar en la “Plaza de Cisneros”.

Nunca más en mi vida literalmente presencie cosa semejante, gentes y gentes tanta gente conjugaba alrededor de un hombre pequeño y delgado, mágico que atraía y, bastaba su presencia y su voz para seducir.

Lateral y a la derecha de la Estación del ferrocarril, en una casona vieja y de dos pisos, desde un estrecho balcón lo escuchamos repetidamente hablar de las oligarquías predominantes y opresoras del pueblo, a quien fustigaba con directa ironía con su gestos y su grito “A LA CARGA”, al tiempo que lanzando su dedos al viento gritaba -“MAMOLA”-, que  caracterizó sus discursos sencillos y  lenguaje raso para llegar al alma a  su pueblo - los descamisados y en defensa de los desprotegidos de Colombia -.
Ensimismado de ver el caudal de tanta gentes que lo avivaban fervorosamente en la “Plaza de Caicedo de Medellín”, Gaitán grito: “NO SOY UN HOMBRE, SOY UN PUEBLO”.  
 
rene.orozco.echeverry@hotmail.com