miércoles, 12 de marzo de 2014

Sirirí . El "plantón" de Biuenaventura

El País de Cali

Columnista invitado: Mario Fernando Prado

Sirirí

El plantón de mañana

Pese a las acciones de última hora emprendidas por el gobierno central, Buenaventura realizará mañana un plantón por parte de los siete mil comerciantes, las fuerzas cívicas y gremiales y la población en general.
 
La razón estriba en que la “Capital del Pacífico” como la denominó el Presidente Santos antes del acto social de la Alianza de su mismo nombre celebrada en Cartagena, no resiste más la ignominiosa situación en la que se está ahogando y que puede terminar en una revuelta social.
 
Lo de solicitar la militarización no es otra cosa que una medida desesperada y un clamor para se integren los distintos estamentos de vigilancia y control que hoy en día están dispersos y me explico: Por un lado va la Policía, por el otro el Ejército y por el otro la Armada sin que exista una articulación y una autoridad capaz de ponerlos de acuerdo y que estén enterados entre ellos de lo que cada uno está haciendo porque es evidente que lo que hay es un teléfono roto y una falta de inteligencia preventiva más que un piquete adicional de soldados y policías.
 
De ahí que la petición, de hace ya varios años, de que se nombrara una persona que canalizara las distintas urgencias porteñas ya fue acogida por el Ministro de Defensa en su visita relámpago del pasado viernes. (“Todo nos llega tarde...”).
 
Y como se trataba de apagar un conato incendio, el candidato-presidente al otro día -sábado- se presentó en el lugar de los hechos ofreciendo una mermelada de ochocientos mil millones para que se aplacaran los ánimos y se le bajara la temperatura al susodicho plantón de mañana.
 
Sin embargo esta acción, legal y legítima, no se va a echar para atrás porque los bonaventurenses que de falsas promesas están hasta la coronilla, ya no comen cuento y saben que se trató de una estratagema política un día antes de las elecciones. Por el contrario y con más ahínco y convicción, realizarán esta especie de paro cívico en el que habrá además una gran manifestación pacífica de camisas blancas y un sonajero de cacerolas, ollas, pitos y sirenas, que esperan se escuchen en todo el país.
 
Para no citar sino un solo ejemplo acerca de las injusticias que se comenten con el bello puerto del mar, recordemos que de los cuatro billones que le entran al año y que van a parar a las arcas del gobierno central, tan sólo le reintegran ciento ochenta mil millones o sea un poco menos del 5%. ¿Es esto justo?
 
Por otra parte, el oportunismo político ha llevado a todos nuestros parlamentarios elegidos antier a prometer que van a priorizar en su agenda el tema de Buenaventura.
 
Esperemos a ver si es verdad.
 
Ojalá no nos invada una buenaventuritis mediática a que estamos abocados por las circunstancias, todo no se quede en palabras como ha sido siempre y el puerto se siga reventando hasta que estalle una hecatombe, paguen justos por pecadores y terminemos en una represión sangrienta por no atender unas urgencias que no dan más espera.