miércoles, 26 de noviembre de 2014

DE MENSAJERO AL SOLIO DE LOS GRANDES. Por René Orozco Echeverry

 
 
DE MENSAJERO AL SOLIO DE LOS GRANDES.
Por : René Orozco Echeverry
 
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Muy cerca a la terminación 1949, año lectivo del LICEO ANTIOQUEÑO, de la Universidad de Antioquia, muy próximo a graduarme como bachiller, por mis habilidades acrobacias y destrezas ciclísticas, en mi “bici” de “turismo” marca "HUMBER" inglesa" del más puro acero y además muy pesada, me atreví correr LA VUELTA MEDELLÍN - CALDAS - MEDELLÍN circuito de 50 kilómetros aproximadamente y teniendo como contendor a Ramón Hoyos, desconocido, flaquito desnutrido y diminuto y a quien estaba seguro derrotaría, gano sobrado la “VUELTA A CALDAS”. 
Lo entendí y quedé satisfecho de haber competido con este muchacho que poco después se convertiría en un titán, un monstruo de la bicicletay enun a consuetudinario ganador de mil vueltas de Colombia.
Creo que fue auspiciado por la FÁBRICA DE GALLETAS NOEL O POR COLTEJERS; donde trabajaba como mensajero. 
Hice lo que pude pero me dejó regado de regreso en la carretera y ganó la vuelta sobrado, al tiempo que entendí que por mi corpulencia y peso no era el ciclismo apto pata este tipo de eventos y nunca más intente volver a correr.
PINGANIÑO mi condiscípulo de bachillerato, por ser jockey, pagado a sus costillas, me dijo que sus triunfo como jockey en el hipódromo en carreras de caballos se lo debía a que no pesaba solo 35 kilos, y a su peso pluma; yo en cambio, era atlético, 1.75 de estatura y una masa corporal de unos 65 kilogramos y, como para acabarme del todo, me dijo, guardadas las proporciones que yo pesaba más que el caballo. 
Su concejo me hizo cavilar y llegué a entender porque un desnutrido y flacucho de había derrotado para siempre. 
Fue este el inicio de las VUELTAS CICLISTICAS NACIONALES y el comienzo después de los múltiples triunfo de Ramón Hoyos. 
Me derrotó ciertamente pero a él, la muerte la gano LA ÚLTIMA VUELTA CICLÍSTICA: en esta ocasión y en definitiva fui yo quien ganó el “juego”.
Ramón un hombre hecho anatómicamente para eso, yo nó, por eso seguí haciendo malabares acrobáticas y ciclismo de circo en la Plazoleta de la Iglesia de San Ignacio de Medellín, para mis queridos condiscípulos y para que las muchachas florecidas del Colegia de la Presentación se animanaran ver mi inverosímil espectáculo… ¡ESCABAJO TREPA AL CIELO CON TU GLORIA!…