UNA MUJER NEGRA BUSCADA POR LA POESÍA

Columnista Invitado
Armando Orozco Tovar 

Bogotá . 26/05/2013

 

UNA MUJER NEGRA BUSCADA POR LA POESÍA

 

A la poeta Safo la encontró la poesía en el siglo VII, antes de nuestra era, cuando la mujer griega estaba relegada al Gineceo, un lugar destinado sólo para las mujeres                                                                                                                          

Safo era negra y pequeña, y escapaba al patrón de belleza creado para la civilización occidental desde Helena de Troya, como la muestra el papiro de Okyrnynchus. La poeta, según Theodore Reinach, poseía un hermoso carácter de amante fogosa.

 

La poeta de la isla de Lesbos, en la ciudad de Mitilene, fue reconocida por Sócrates como un ser hermoso, porque poseía la gracia de la delicadeza de lo exquisito, además una lúcida inteligencia creativa.

La paternidad de Safo es desconocida, y sólo aparece hacia el año de la Olimpiada 42 (612-609 a.d.C, la presencia de su madre Cleis. Casó con el acaudalado Kerkilas, de la isla de Andros, y según dicen tuvo una hija para quien compuso un poema.

A la poeta de Lesbos, siempre la han relacionado con el lesbianismo, por haber nacido en esta isla del mar Egeo, aunque siempre se ha dicho, que tuvo gran predilección por las chicas: Atis, Telesipa y Megara, siendo la primera de ellas la que recibió las más apasionadas expresiones de amor, pero sus alumnas preferidas en la danza, música y poesía, fueron Anactoria de Mileto, Gongyla de Colofon, y Eunica de Salamina, pero no de Caldas, Colombia; sino de Grecia, las cuales algunas de ellas aparecen en sus poemas amorosos y eróticos.

Safo no fue una mujer indiferente a los conflictos políticos de su época, involucrándose en contra del dictador Pítaco, como lo hacen, muchas mujeres en Colombia y el mundo actual, luchando por sus derechos por siglos mancillados y pisoteados… desde antes de la época remota de la poeta de  Mitilene.

 Se cuenta que el final de la poeta fue el suicidio, como también hace trece años, el 11 de junio, ocurrió la muerte de María Mercedes Carranza, autora  de Tengo miedo, y entre otras obras de: “El país de las moscas”, escrito contra las masacres narco paramilitares de los hermanos Castaños en Colombia. Según algunos autores así lo afirman como el poeta francés Charles Baudelaire (1821-1867). Lo dice en su poema Lesbos.

Para saber si el mar es indulgente y bueno,

Y en medio de los ayes que en la roca resuenan,

Un día devolverá hacia Lesbos, que olvida,

El cadáver amado de Safo, que partiera

¡Para saber si el mar es indulgente y bueno!

De Safo, la viril, que fue amante y poeta,

¡Más hermosa que Venus en su triste blancor!

-El azul se somete al negro que salpica

El tenebroso círculo que el dolor dibujó

¡De Safo, la viril, que fue amante y poeta!

 

De Safo que murió el día de su blasfemia,

Cuando insultando el rito y el culto establecidos,

entregó como pasto supremo su belleza

A un bruto cuyo orgullo castigó la impiedad

De aquella que murió el día de su blasfemia.

 

¡Desde entonces a Lesbos un gran dolor abruma.

Y aunque la tierra le rinda sus honras más preciadas.

En las noches se embriaga con el fragor de espuma

Que elevan hacia el cielo sus costas desoladas

Desde entonces a Lesbos un gran dolor abruma!

 

Como gran poeta Safo innovó en la poesía creando la estrofa conocida como sáfica, compuesta de cuatro versos. También  la aeda negra fue reconocida por Platón.

Se desconoce la fecha de su muerte, pero parece que no ha muerto todavía, porque aún sigue viva en los innumerables poemas que escribió, de los cuales sólo quedaron fragmentos, como el que dice:

“No sé lo que quiero. Siento dos almas en mí.