lunes, 31 de marzo de 2014

La suerte de la rectora . Por Daniel Coronell y 4 columnistas más...

29 marzo 2014
La suerte de la rectora

Por Daniel Coronell

OPINIÓN . En 2011, unos paramilitares confesaron haber matado a Fernando Cepeda por encargo de Silvia Gette quien –de acuerdo con esa versión– les habría pagado 150 millones de pesos.

La suerte de la rectora.

Foto: Foto: John Caslon

Es una hazaña poca veces vista. Ella pasó de bailarina exótica en espectáculos para adultos a ser reconocida como autoridad académica y rectora de una universidad con casi medio siglo de existencia. Silvia Beatriz Gette Ponce podría ser la protagonista de una película sobre sueños hechos realidad si no fuera porque una seguidilla de crímenes parece acompañar los pasos de su progreso. 
 
Silvia Gette fue rescatada de su triste vida por Mario Ceballos Araujo.
 
Él era un ex–magistrado y fundador de la Universidad Autónoma de Barranquilla, quien la fue llevando por los peldaños de la institución –pese a la controversia sobre las capacidades y la autenticidad de los títulos de la exbailarina– hasta convertirla en la segunda al mando del centro universitario.
 
Por cierto, el notario que autenticó los dudosos diplomas de Silvia fue nombrado después secretario general de la Universidad.

La polémica no se quedó en el claustro sino que llegó a la propia familia Ceballos que se oponía al poder ilimitado de la antigua bailarina. Silvia, ya esposa del rector y directiva de la Universidad Autónoma, emprendió acciones judiciales contra la hija del rector María Paulina Ceballos y su esposo Fernando Cepeda.

En pleno proceso, uno de los abogados de Silvia, llamado John Jairo Ramírez Vásquez, confesó ante la Justicia que él había participado en el soborno –con dinero de la universidad– de investigadores judiciales para favorecer la versión de Silvia. Por esa, y otras razones, la Justicia absolvió a la hijastra de doña Silvia y a su esposo.

Un tiempo después, el abogado que se atrevió a denunciar el soborno apareció muerto a tiros en las calles de Barranquilla.

La hija del rector y su esposo, los mismos que se habían enfrentado con Silvia, denunciaron que inmediatamente después del crimen los llamaron para advertirles que ellos “serían los siguientes”.

La macabra amenaza se cumplió. Fernando Cepeda fue asesinado en las calles de la arenosa en 2003.

Ese mismo año murió el rector Mario Ceballos en circunstancias que siguen siendo objeto de discusión. Para algunos fue por causas naturales y otros sostienen que alguien le ayudó al destino a acelerar la sensible partida del académico enamorado. Como sea, Silvia heredó su puesto y se convirtió en rectora de la Autónoma.

Muchos jueces y fiscales de la ciudad eran profesores del alma máter y algunos llegaron a pensar que quizá por eso el proceso por el asesinato de Cepeda fue rápidamente archivado, sin solución, un año después del crimen.

La historia de estos crímenes sin resolver había entrado a formar parte de la nutrida leyenda urbana barranquillera junto con los abusos con dineros y propiedades de la Universidad. Sin embargo, siete años después, en 2011, unos paramilitares desmovilizados confesaron haber matado a Fernando Cepeda por encargo de Silvia Gette quien –de acuerdo con esa versión– les habría pagado 150 millones de pesos.

El proceso fue trasladado en 2012 a Bogotá porque nadie creía que en Barranquilla pudiera llegar a alguna parte y porque la Fiscalía sabía que había presiones para que los paramilitares se retractaran.

Un abogado cercano a Silvia Gette llamado Arcadio Martínez Pumarejo trató de sobornar con 250 millones de pesos al jefe paramilitar Edgar Ignacio Fierro, alias Don Antonio para que se retractara sobre la responsabilidad de la rectora y más bien culpara a su contraparte. La grabación del ofrecimiento está en poder de la Fiscalía.

Por esa razón, finalmente, hace un año fue capturada Silvia Gette.

Otro cabecilla paramilitar, alias el Canoso, cuenta también que le ofrecieron plata para favorecer a la rectora. La Fiscalía no le prestó atención al testimonio sobre este soborno, ni al hecho de que el Canoso hubiera cambiado después su versión sobre el asesinato de Cepeda para librar de toda culpa a la rectora.

Un proceso lleno de pruebas técnicas y testimonios parece estar escapándose por entre los dedos de la Fiscalía. Como si una poderosa fuerza amparara a la rectora.

Silvia Gette ha pedido nueve veces su libertad y la seguirá pidiendo, ya encontrará un juez que se la conceda.  

Los que no son

Por María Jimena Duzán

OPINIÓN . Este país tiene personas valiosas que no pueden ocupar cargos en la Justicia porque ni son abogadas de Victor Carranza, ni tienen patrocinadores a quienes les hayan hipotecado sus conciencias.

Los que no son.

Foto: Foto: Guillermo Torres - Semana

Ahora que el Consejo de Estado ha reparado una de las tantas arbitrariedades cometidas por el todopoderoso procurador Ordóñez y le ha devuelto al exalcalde Alonso Salazar sus derechos políticos, nos deberíamos hacer esta pregunta:  ¿Cómo es posible que una persona como Ordóñez, que se opone a la doctrina de los derechos humanos, que no reconoce el derecho de las minorías, que cree que la biblia está por encima de la ley, resultó ternado por dos altas cortes y elegido por el Senado (¡dos veces!) para ocupar durante ocho años un puesto cuya principal función es la de defender los derechos humanos? ¿Cómo es posible que hubiéramos elegido a un procurador que quemaba libros en su juventud y que no se arrepiente de haberlo hecho?  

No tengo una respuesta a esa distorsión tan monstruosa, pero sí es evidente que el hecho de que una persona tan contraria al espíritu de la Procuraduría hubiese llegado a ser procurador, demuestra que el sistema de elección por medio del cual se eligió a Ordóñez  no le está funcionando ni a la democracia ni a sus instituciones.
 
Alonso no fue destituido por intervenir en política como bien lo acaba de demostrar la decisión del Consejo de Estado que tumbó el fallo del procurador y que dejó sin piso sus argumentos. Esa fue tan solo una excusa para castigar a Alonso por habérsele enfrentado en el terreno en el que se cree más infalible: en el de poner su credo por encima del Estado de Derecho. 

La desdicha de Salazar comenzó cuando decidió abrir una clínica para la mujer en Medellín en desarrollo de la sentencia de la Corte Constitucional, que permitía el aborto en tres casos específicos, propuesta que fue censurada por el procurador hasta el punto  que terminó cerrándosela, en lo que fue considerado una clara extralimitación de funciones. 

En realidad a Alonso le quitaron sus derechos políticos por pensar distinto y por haber querido desarrollar la sentencia de la Corte Constitucional. Sin embargo, ese mismo procurador que fue tan inflexible con Salazar por cuenta de su credo, no tuvo mayor conflicto con Dios a la hora de nombrar a parientes de magistrados que lo ternaron para su reelección, amén de los puesticos que les dio a los familiares de los congresistas que también lo reeligieron. 

La sobredimensión de los errores cometidos por Petro en la implementación del nuevo sistema de basuras y la exageración en el castigo que le impuso, hecho  que fue repudiado en las encuestas hasta por los ciudadanos que no votaron por Petro, demostró una vez más que el Ordóñez que quemaba libros de pornografía en su juventud, sigue tan activo como en sus años mozos, solo que esta vez sus métodos son algo más elaborados y sofisticados: por un lado utiliza los poderes sancionatorios de la Procuraduría para proteger a sus amigotes y copartidarios mientras manda a la hoguera a todos los  herejes que él mismo detecte.    

El sistema de elección de importantes funcionarios en los órganos de control no solamente ha fallado en el caso del procurador. También ha demostrado su ineficacia a la hora de elegir contralor, fiscal y magistrados de las altas cortes.
 
A la suprema, por ejemplo,  llegó el abogado de Víctor Carranza. En la Corte Constitucional se eligió a Alberto Rojas, un cuestionado personaje sin mayor trayectoria, una especie de tinterillo que les prometió a los congresistas puestos a cambio de su voto.
 
Y el próximo martes se espera elegir el nombre del nuevo magistrado que va a reemplazar a Nilson Pinilla y las cábalas dicen que va a ser el de la candidata del fiscal, Gloria Estella Ortiz, de quien me dicen es una mujer preparada y valiosa. Lástima que llegue a la Corte con patrocinador y no como una candidata independiente.
 
Según La Silla Vacía parece que ya se sabe también el nombre del nuevo contralor, que sería Egdardo Maya, cuya Procuraduría fue tan gris como su legado. ¿Por qué a un procurador tan mediocre ahora lo van a premiar con la Contraloría?.
 
Al paso que vamos voy a terminar por creer cierto el rumor que se escucha por los corrillos del Congreso y de las cortes, según el cual se está cocinando la candidatura del magistrado de la Corte Suprema  Leonidas Bustos, autor del orangután de la reforma a la Justicia, como próximo fiscal de la Nación. Bustos sepultó la parapolítica y en premio lo van a elegir para suceder a Montealegre. 

Este país tiene personas valiosas e idóneas que hoy no pueden entrar a ocupar cargos en la Justicia porque ni son abogadas de Victor Carranza, ni tienen patrocinadores a quienes les hayan hipotecado sus conciencias. Nombres como Rodrigo Uprimy, Carlos Medellín, Alejandro Linares, Cesar Rodríguez, Marta Lucia Zamora, Yesid Ramírez, Catalina Botero, por mencionar tan solo unos, nunca podrán llegar a ser el de los magistrados en esas cortes que han sido capturadas por una “camarilla”, como bien lo ha denunciado el exmagistrado Hernando Yepes.
 
Y sin esa “camarilla” un personaje como Ordoñez nunca hubiera podido llegar ni al Consejo de Estado. 
 

Presidente Santos ¡Salve la restitución de tierras!

Por León Valencia

OPINIÓN . Sin escarbar demasiado, se puede ver que en las zonas de despojo es fácil aglomerar predios colindantes o referidos a un solo despojador para multiplicar las restituciones con cada sentencia dictada

Presidente Santos ¡Salve la restitución de tierras!.

Foto: Foto: Guillermo Torres - Semana

El Observatorio de Restitución y Regulación de Derechos de Propiedad Agraria conformado por varias universidades y encabezado por el profesor Francisco Gutiérrez, de la Universidad Nacional, había dicho que “la restitución tal como está diseñada no puede cumplir en diez años la meta trazada en la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. Al paso que vamos podría demorarse miles de años o, introduciendo supuestos extraordinariamente optimistas, cientos. Es el momento de considerar, seria y rápidamente, un rediseño de la política de sustitución”.

Ahora la Fundación Forjando Futuros y la Fundación Paz y Reconciliación presentan, en cifras, un panorama desolador. Dicen que en dos años y medio, a marzo 15 de 2014, se han proferido 372 sentencias de restitución y se han devuelto a sus propietarios 20.694 hectáreas. Las solicitudes esperadas, según datos oficiales, eran 360.000 y las hectáreas por restituir se calcularon en 6.000.000. Para que el lector se haga a una idea del desastre.

Algo más grave: 8.400 hectáreas, es decir el 40 por ciento, le fueron restituidas a la familia Perilla de Puerto Gaitán, Meta; y los Perilla son propietarios de otras tierras y estaban impedidos, por tanto, para reclamar propiedad sobre baldíos de la Nación.

¿Por qué vamos derecho al fracaso en una política clave para la reconciliación del país? La Unidad de Restitución de Tierras, bajo la dirección de Ricardo Sabogal, ha escogido, de manera deliberada, el camino más largo, el más lento, el más dispendioso, para impulsar la restitución de tierras.

La Ley 1448 y otras disposiciones legales le daban al gobierno la posibilidad de priorizar las restituciones colectivas sobre las individuales; de hacer las restituciones por vía administrativa cuando no se encontraran en el camino opositores a tal o cual reclamación; de impulsar las sentencias de restitución en zonas con riesgos en seguridad y ofrecerle a la víctima una compensación o la ubicación en otro territorio y entre tanto el Estado seguía persiguiendo el bien despojado; de apoyarse en las organizaciones de la sociedad civil y en las víctimas para difundir la ley y formar a miles y miles de líderes sociales en la defensa de la restitución. Hizo todo lo contrario.

Se han restituido 789 predios, es decir un poco más de dos por cada sentencia. La gran mayoría son restituciones individuales.
 
Cuando, sin escarbar demasiado, se puede ver que en las zonas de abandono y despojo es fácil aglomerar predios colindantes o referidos a un solo despojador para multiplicar las restituciones con cada sentencia dictada.
 
Todas las restituciones están pasando por los jueces que son pocos e inexpertos, cuando el gobierno podría seleccionar infinidad de predios sin oposición y proceder a restituciones rápidas y expeditas por vía administrativa.
 
En vez de apoyarse en al artículo 97 de la ley para dar vía libre a las restituciones en todas las zonas riesgosas del país acudiendo al sistema de compensaciones, prefirieron inventarse la llamada ‘microfocalización’, que significa ir al Ministerio de Defensa a preguntar en dónde se puede hacer restitución, convirtiendo a los militares en los árbitros del proceso.
 
Les dieron la espalda a organizaciones de víctimas que se ofrecieron para ayudar en la difusión y en la implementación de la ley tal como lo denuncia Carmen Palencia, de la Asociación Tierra y Vida. Pasan por alto la cifra brutal de 69 reclamantes de tierra asesinados desde 2008.

Pero cuando las instituciones académicas dicen estas cosas Ricardo Sabogal contesta, con un cinismo que espanta, que lo están haciendo muy bien, que la restitución en Colombia es un ejemplo para el mundo, que es normal la lentitud, que no saben nada de la familia Perilla.

No me cabe en la cabeza que Santos, quien aseguró que la sola aplicación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, justificaría su paso por la Presidencia, deje morir en manos de personas negligentes o mal intencionadas la tarea mayor de la reconciliación.

Tendría que reestructurar la Unidad de Restitución de Tierras y también la Unidad de Víctimas, de la cual me ocuparé en otra columna. Tendría que inventarse, quizás, un Ministerio de la Reconciliación y agrupar allí todas esas instancias que tienen que ver con las víctimas, la memoria, los reinsertados, la transición y el posconflicto. No se necesitaría más burocracia. Se precisaría solo voluntad y poder político suficientes para mover a los gobernadores, a los alcaldes y a la sociedad civil en pos de este objetivo. 
 

Dos imperios

Por Antonio Caballero

OPINIÓN . Ya Rusia no se puede presentar como promotora de la revolución socialista, y los Estados Unidos ya no se pueden disfrazar de defensores de la libertad. cada cual está reducido a la promoción y defensa de sus intereses respectivos.

Dos imperios.

Foto: Foto: León Darío Paez - Semana

A Barack Obama, habitualmente tan cuidadoso en su retórica, se le escapó hace unos días una frase poco afortunada. Al criticar la anexión de Crimea por Rusia declaró ante la prensa: –Nosotros (los Estados Unidos) tenemos considerable influencia sobre nuestros vecinos. Pero generalmente no necesitamos invadirlos para reforzar la cooperación con ellos.

¿Generalmente no? Por lo menos veintinueve veces en su breve historia de algo más de dos siglos han invadido los Estados Unidos a sus vecinos del continente americano, empezando por su derrotada tentativa de anexión del Canadá en 1812 (aunque ya antes le habían echado el ojo a México y al Haití de la revolución de los esclavos). Va una enumeración a vuelo de pájaro, tras la pausa dedicada al exterminio del enemigo interior, que eran las tribus indias.

A partir de la proclamación de la Doctrina Monroe sobre el derecho divino de los Estados Unidos a mandar sobre todo el hemisferio, la primera invasión en grande fue la de México en 1846, adueñándose de la mitad de su territorio (lo que hoy son Texas y California).
 
En 1855 vino la ocupación de Nicaragua para restablecer la esclavitud allí y en los vecinos Salvador y Honduras. La de Cuba en 1898, que incluyó la conquista de Puerto Rico y las remotas Filipinas en la guerra hispano-americana. La toma de Panamá en 1903.
 
La de República Dominicana en 1904. En el 06, otra vez Cuba, en el 08 de nuevo Panamá, en el 10 Nicaragua nuevamente.
 
Casi de a una por año hubo invasiones y ocupaciones temporales o permanentes de partes de México, Haití, República Dominicana, Panamá, Honduras, Nicaragua, entre 1911 y 1927.
 
Un respiro hasta 1954: Guatemala. Y luego intervenciones pasajeras o por mano ajena, como la invasión de cubanos anticastristas a Cuba en 1961, financiada por la CIA, o los golpes de los militares locales en Brasil, Uruguay, Guatemala, Bolivia, el muy sangriento de Chile en el 73 que organizó el secretario de Estado Kissinger, el de los generales argentinos, la invasión de la islita caribeña de Grenada en el 83 y el bombardeo de Ciudad de Panamá en el 89.
 
Todo esto sin contar las guerras e invasiones de otros países en otros continentes, en Europa, en Asia, en África, para, como dice el presidente Obama, “reforzar la cooperación” con los invadidos. Y sin contar la instalación de cientos de bases militares, como la que tiene Rusia en Sebastopol, en la recién anexada, o más bien reanexada, península ucraniana de Crimea.

Por lo visto el presidente Barack Obama, tan educado en las mejores universidades, no conoce la historia.

O no es que no la conozca, sino que no la reconoce. Lo cual forma parte indisoluble no solo de su función presidencial, que consiste en decir mentiras, sino de la educación puritana de la hipocresía.
 
Los Estados Unidos no se han reconocido nunca como un imperio, y por eso se dan el lujo de condenar el imperialismo de los demás imperios en nombre de la libertad. Rusia, en cambio, reconoce con brutal jactancia haber sido desde hace siglos un imperio y aspirar a seguir siéndolo.
 
Por eso dice ahora su presidente Vladimir Putin que “la bravura de los soldados rusos trajo Crimea al imperio ruso”. Y está hablando de las guerras de Catalina la Grande, llamada así por sus guerras.

Son dos imperios, Rusia y los Estados Unidos, que en los años de la Guerra Fría llegaron a ser casi hegemónicos en sus respectivas mitades del mundo.
 
Pero el hundimiento del comunismo les ha quitado a los dos su máscara para dejarlos desnudamente imperiales. Ya Rusia no se puede presentar como promotora de la revolución socialista, y los Estados Unidos ya no se pueden disfrazar de defensores de la libertad. Cada cual está reducido a la promoción y defensa de sus intereses respectivos.

¿Cómo? Mediante lo que Obama llama “cooperación”. Es decir, lo mismo que le critica a Putin: el uso de la fuerza.

Petro a los 69 años

Por Daniel Samper Ospina

OPINIÓN . Su mujer nos advirtió que hay que hablarle fuerte, porque no oye nada: exactamente igual a como era de alcalde. 

Petro a los 69 años.

Foto: Foto: Guillermo Torres - Semana

Es el 19 de marzo del año 2029, un día muy especial porque acaba de vencer la inhabilidad impuesta a Gustavo Petro, quien hablará por primera vez desde su destitución como alcalde de Bogotá. Lo hará desde su casa de Zipaquirá, en exclusiva para este cubrimiento que transmitimos antes de la emisión especial del Boletín del Consumidor en que el experiodista Luis Carlos Vélez se estrena como reemplazo de Tal Cual: no se lo pierdan.

Como algunos televidentes recuerdan, quien destituyó al exalcalde Petro fue el ex procurador Alejandro Ordóñez, unos meses antes de huir a San Francisco, Estados Unidos, con Roberto Gerlein, su actual pareja.

Recordemos que Petro fue el primer alcalde reinsertado, porque, para ese entonces, el actual burgomaestre de la capital, doctor Alias Timochenko, ni siquiera había firmado la paz. (Por cierto, hoy el alcalde Timochenko informó que se aprobaron los estudios para el metro capitalino con el aval del presidente Martín Santos).

Buscamos a algunos protagonistas de aquel momento conocido en la historia patria como el Bogotacito para que lo recordaran de viva voz. Veámoslos:

Morris, Hollman (experiodista y actual presentador de Televentas): “Ese día la gente corría gritando ‘destituyeron a Petro’, y yo le dije al alcalde: ‘Gustavo, debemos hacer que el pueblo se levante’. ‘¿Qué tanto, Hollman?’, me preguntó. Y yo le respondí: ‘tanto como mi ceja’. Y levanté la ceja, y lo dejé matado. ¿Sí me va a llevar una faja adelgazante? Mire que he ganado muchos premios…”

Millán, César (exencantador de perros y actual encantador de serpientes): “Ese día estaba conversando mentalmente con Bacatá cuando comenzó a latir feo, como el corazón de Angelino. La perrita adoraba al alcalde porque decía que era un hueso. Soñaba hacer empalme con Orión, el perrito de don Angelino, nuestro actual embajador en Brasil”.

Winograd, Daniel (excontratista y actual contratista): “Estaba trabajándole a un contratico de imagen, cuando irrumpió ‘la turba’ gritando ‘destituyeron a Petro’. La turba es Piedad, así le decíamos por el turbante. Entonces, encerré a varias funcionarias y les di consejos de vida tales como ‘váyase para la casa, mamita, y cobre el sueldo, pero no se quede acá que a la primera dama le dan celos’, como lo denunció Leszli Kalli en el quinto libro que escribió al respecto”.

Retornamos a la casa del doctor Petro, donde esta noche recibirá el saludo de diversas personalidades: el fiscal Federico Gómez Lara; la embajadora de Colombia en San Andrés, Noemí Sanín; el senador Nairo Quintana; la hija del expresidente Vargas Lleras; los ministros Claudio Galán, Miguel Samper, Santiago Pastrana, así como el jefe de Estado de la hermana República Independiente de Antioquia, Jerónimo Uribe.
 
(El doctor Uribe Vélez envió varios insultos por la obsoleta red social Twitter desde el Uribe Centro de Reposo; y, desde su silla de ruedas, el desdentado mandatario César Gaviria mandó un holograma de felicitación con su hijo Simón sentado sobre sus piernas, quien, dicho sea de paso, propuso al doctor Petro como carta de renovación del Partido Liberal).

En cualquier momento nos abren la puerta y sabremos si don Gustavo será rival de Andrés Felipe Arias, el candidato presidencial por el Zuluaga Centro Democrático, o si, por el contrario, aspirará al Senado con los doctores Serpa y Galat en la llamada ‘bancada de la juventud’.

Mientras nos abren, evacuemos otras noticias del día: aparece nuevo testigo en caso Colmenares; la octava esposa del exsenador Benedetti anuncia que está embarazada; culmina con éxito el proceso de congelamiento de las Amparos; despiden de Sábados Felices a Daniel Samper Ospina, mejor conocido como Chita; en accidente casero, pierde un dedito María Luisa Piraquive; Dago García filmará El Paseo 34: el viaje a la luna…

Y atención porque nos abren la puerta. La matrona que nos hace seguir es doña Verónica en persona. Podemos ver a la perrita Bacatá, disecada a manera de lámpara junto a la mecedora donde sientan al doctor Petro todas las tardes para que escuche en su radiecito las canciones de Fanny Lú, J. Balvin y demás música de antaño.

Y acá viene don Gustavo, envuelto en una ruana. Está irreconocible. Un revoltijo de pelo, completamente blanco, cae sobre su frente. Sufre de gota y cataratas, lo cual es consistente con su discurso sobre el agua. Su mujer nos advirtió que hay que hablarle fuerte, porque no oye nada: exactamente igual a como era de alcalde.

Doctor Petro: ¿se lanzará a la Presidencia?
¿Ah?
¿Dirigirá Viejitos en Acción, al menos?
¿Que qué?
¿Viajará a la séptima posesión del presidente Maduro, siquiera?
¿Ah? ¿Que yo qué?

Ahí está, señores y señoras: ¡esa es la noticia del día! ¡El doctor Petro oye poco, ve mal, luce inflado! ¡Ya tiene las condiciones para ser presidente de Colombia! ¡Bienvenido de nuevo a la vida pública!

En este momento le acomodan la sudadera y piden que nos retiremos mientras alivia su intolerancia a la lactosa. Pero ustedes sigan en sintonía con Los aeróbicos con Tanja y la nueva temporada de La Voz Colombia, que hoy contará con la presencia de Milan Piqué, ‘el zaguero de la canción’, quien cantará los éxitos de su mamá. Y otra música de antaño.