La mujer que se comunica con los animales
La mujer que se comunica con los animales
Xiomara Rodríguez descubrió su don a los 20 años. Ahora atiende casos en todo el país.
Por: 
                                                        CRISTIAN ÁVILA JIMÉNEZ | 
                                                    
                                    
"Esto no puede ser",
 rumora un miembro de la Policía de Carabineros en Facatativá 
(Cundinamarca). Sus compañeros se miran sorprendidos y otros permanecen 
incrédulos, mientras Xiomara Rodríguez cierra los ojos por unos segundos
 y sonríe, antes de empezar una conversación con una perrita.
Es una mañana fría en los jardines de la
 Escuela de Carabineros. Rodríguez, etóloga, llega al lugar para hacer 
una demostración de su habilidad y conocer las historias de los animales
 de la Policía.
La mujer observa a lo lejos a cuatro 
pastores alemanes y un labrador, ninguno ladra ante la mirada fija de la
 barranquillera, quien desde ese momento se prepara para hacer "conexión
 telepática" con los perros. El silencio y la intriga invaden a los 
policías. ¿Qué dirán los perros? Se preguntan.
"Lo sé, es difícil de explicar", dice 
Xiomara, quien reconoce que no hay una razón científica que explique 
cómo habla con los animales, pero indica que desde el punto de vista 
energético se mueve en niveles más altos que la mayoría de personas. Lo
 define como un don que nació con ella, pues recuerda que desde los 6 
años en la finca de sus padres, en Barranquilla, sabía lo que los 
caballos y perros querían. Todavía no los escuchaba.
Cuando tenía 20 años, a mediados de los 
90, su mamá vivía en Bogotá y la acompañó a una tapicería a recoger unos
 muebles. Como en un episodio mágico y salido de la película 'Dr. 
Dolittle' escuchó de un perro criollo decirle "por favor ayúdame, me 
estoy portando mal y me van a regalar", recuerda Xiomara, que quedó 
pasmada y se desplomó de la impresión sobre un mueble de los que había 
en el lugar.
Pensó que el episodio era producto de su
 imaginación, se dio palmadas en la cara y se rascó los parpados, estaba
 tan pálida que no pronunciaba palabra hasta que la dueña del lugar le 
contó que iban a regalar al can debido a que les estaba causando 
problemas. "Salí despavorida de la tapicería", cuenta la mujer de 41 
años, quien un par de semanas después viajó a Estados Unidos con un 
secreto que no quería contarle a nadie por temor a las burlas.
Estando en San Diego habló con 
un pantera, y en Hawái se comunicó con delfines. En ese entonces 
adelantaba sus estudios en adiestramiento y conducta animal. 
Hacia el 2000 regresó a Colombia. Todavía tenía miedo de escuchar la 
expresión: "esa vieja está loca", así que solo les contó a sus amigos 
más cercanos.
Comenzó a trabajar en conducta animal 
con la médica bioenergética Elsa Lucía Arango, quien confió en el don de
 Xiomara. En ese consultorio la etóloga se destapó y realizó su primera 
consulta hablando con un animal de manera abierta y ante la mirada de 
varias personas, fue con un perro rottweiler llamado Kato. (Vea en 
imágenes: Xiomara, una mujer que logra comunicarse con los animales)
Hablar con los animales le trajo 
momentos tristes. Era una temporada de calma y felicidad para Xiomara, 
tenía un bebé con cinco meses de nacido que gozaba de buena salud, todo 
iba bien, pero en 24 horas se descarriló el tren.
Despertó por los gritos de su hijo que 
estaba llorando y con fiebre, decidió llevarlo de inmediato al hospital,
 donde le advirtieron que el niño podría tener meningitis. La 
impaciencia la consumía, pasaban las horas y su bebé continuaba enfermo,
 el reloj marcaba las 2:20 a. m. y al niño le estaban haciendo la 
punción lumbar.
Ese mismo día, René, un perro que fue su
 gran amor, tenía un control en el veterinario, una simple rutina. Nadie
 lo podía recoger, así que debía pasar la noche en la clínica 
veterinaria.
A las 2:30 a. m. descartaron que el niño
 padeciera meningitis, enfermedad que podría ser fatal, Xiomara sintió 
un alivio pero la presión en su pecho continuaba. La madrugada pasó y el
 bebé se recuperó.
En la mañana, con el bebé en sus brazos,
 llamó para recoger a René, "lo sentimos mucho, el perro falleció", le 
dijeron por teléfono. En su acta de defunción registraron la hora de la 
muerte 2:32 a.m. Xiomara logró contactarse con él, René le dijo: "tu 
podías seguir sin mí, pero no sin él, tenía que ayudarlo a estar bien", 
cuenta llorando la mujer.
En sus años en Colombia ha escuchado de 
todo por parte de los animales, "los dueños me llaman pa' todo, porque 
tienen una emergencia médica y no dan con el chiste, llegan para saber 
si el animal está bien, hasta por curiosidad y chisme para ver qué es lo
 que hago o por modificaciones de conducta", explica.
Hace unas semanas una perra le 
dijo que le dijera a su dueña que se diera una oportunidad con otra 
persona tras la ruptura de su matrimonio. La perra descubrió al hombre con otra mujer, este guardaba fotografías con 'la otra' en su maleta de viajes.
"La esposa notó cambios en el animal, 
que raspaba y orinaba la valija donde estaban las pruebas de la 
infidelidad", contó Xiomara, la barranquillera añadió que la mujer un 
día revisó el equipaje encontrándose con la sorpresa.
Ahora, uno de los perros de la Escuela 
de Carabineros está acostado sobre los pies de su amo, lo único que hace
 es ver a Xiomara y, en ocasiones, girar alrededor del policía. De 
inmediato Rodríguez centra su atención en él, se acerca y la lame. Con 
la voz entrecortada la etóloga narra: "mi tiempo se está 
agotando, ya casi me muero. Le tengo que decir a Gabriel que gracias por
 quererme, por ser el mejor guía que he tenido. Él me dio todo lo que 
necesité", traduce Xiomara al subintendente Gabriel Bohórquez, 
que rompe en llanto y cubre sus ojos por minutos, hasta saca un pañuelo 
para impedir que observen su rostro empapado de lágrimas.
"Lo único que quería saber es si el 
perro me quería", dice Bohórquez, y su llanto desconsuela a los demás 
policías, quienes ya empiezan a tomar en serio lo que narra Xiomara.
 
Xiomara pasó un día en la Escuela de los 
Carabineros para comunicarse con los animales de los policías.  Foto: 
Claudia Rubio / EL TIEMPO 
 | 
Entre los caninos hay otra perra tímida 
que no está dando los mejores resultados en sus presentaciones, esta le 
cuenta a Xiomara, según la mujer, su preocupación y lo que le pasa cada 
vez que salta al ruedo.
Rodríguez explica sus falencias y 
entonces pide que le den otra oportunidad. También su guía suelta 
lágrimas, cuando la perra le dice que no la abandone, "somos tú y yo, no
 dejes que me alejan de tu lado".
"Cuando ella me dijo lo que pensaba mi 
perra sentí que me estaba hablando en realidad, ahora que lo sé no la 
voy a abandonar", aseguró la patrullera Karine Zapata.
Los policías están anonadados, las dudas
 empiezan a disiparse en la mayoría. Sin embargo hay otros que no 'comen
 entero', a pesar de lo demostrado, "pues le atina o muchas cosas, pero a
 otras no", dice uno.
Rodríguez, a diario, atiende unos cuatro
 casos, viaja por Cali y Medellín para ver equinos, recorre ciudades 
aledañas a Bogotá y fincas. Incluso resuelve casos de otros países a 
través de Skype, teniendo contacto visual con los animales.
También se conecta con los animales 
viendo fotografías, los dueños de los animales no paran de reír cuando 
Xiomara les relata toda la vida de los animales.
En las calles evita hacer contacto con 
los perros callejeros, pues ha tenido experiencias traumáticas y su 
energía se gasta. Recurre a baños con café para cargarse.
Hace algunos días, en una de sus últimas
 consultas, una perra que había sido recogida de las calle le contó que 
un hombre abusó de ella, pero que ya estaba bien con su familia y eso 
era cosa del pasado. "Eso fue aberrante, nunca había encontrado casos 
así", aseguró.
Por el extenso terreno de la Escuela de 
Carabineros corren caballos, sus imponentes melenas tiran para los lados
 y caen a los pies de Xiomara revolcándose en el pasto.
"Yo sé que soy el mejor y que ellos 
confían en mí, igual en ocasiones tengo que hacerme el difícil para 
hacerlos quedar mal", le dice a Xiomara un caballo café. Los Carabineros
 se miran y ríen, admiten que el caballo es muy bueno, aunque cuando lo 
montan por primera vez los deja en ridículo en los desfiles.
Es en ese momento comienzan a preguntar de todo. ¿Le gusta su establo? ¿Cómo están las herraduras? No
 paran de interrogar, le están buscando el quiebre a Xiomara, pero ella 
se defiende de uno y el otro, reconoce el buen trabajo que hacen con 
ellos y lo queridos que se sienten al lado de los policías.
"Gran porcentaje de lo que dijo es verdad, pero de todas formas me resisto a creerlo", aseguró el intendente Eudoro Cucunuba.
Xiomara roba caras de felicidad a los 
Carabineros. Ya no tiene miedo de decir que habla con los animales y los
 policías no saben qué decir, lo único que se les sigue escuchando es: 
¡Esto no puede ser!
CRISTIAN ÁVILA JIMÉNEZ
Redactor de Nación
EL TIEMPO http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/xiomara-rodriguez-la-mujer-que-habla-con-los-animales/
Redactor de Nación
EL TIEMPO http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/xiomara-rodriguez-la-mujer-que-habla-con-los-animales/

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