CRONICA SUELTA
"ELCIBERECO" . 21 julio 2014
ALBERTO
URIBE SIERRA, UNA MUERTE BUSCADA
(Investigación del representante a la Cámara IVÁN CEPEDA y su equipo de
trabajo)
Álvaro Uribe Vélez . Acaricia una de las bestias de la finca "Las Guacharacas".
Foto de Archivo
El martes 14 de junio de 1983, Alberto Uribe Sierra
aterrizó en su helicóptero privado en la hacienda Las Guacharacas. Lo
acompañaba su hijo Santiago, su hija María Isabel y el piloto Bernardo Riberos.
Al bajar a la casa principal, Uribe Sierra y su hijo se sentaron en el corredor
mientras María Isabel buscó la cocina para mandarles a preparar un café.
Habrían pasado 15 minutos cuando advirtieron que un par de hombres armados se
aproximaban hasta la casona. “¡Las Farc!” se apresuró a gritar el hacendado. De
modo que todos se entraron y cerraron las puertas.
— ¡Salgan que no les vamos hacer nada!, grito uno de los forasteros.
— ¡Yo no me voy a entregar!, respondió Uribe Sierra.
Santiago, María Isabel, el piloto y una de las
empleadas se refugiaron en el segundo piso de la casa. ALBERTO URIBE SIERRA desenfundó
su revólver y para asustar a los bandidos abrió fuego. Los hombres de inmediato
respondieron con la lamentable exactitud de los que quieren imponer justicia
con las balas. Un tiro en el pecho derribó a Uribe Sierra y otro tiro en la
cabeza lo dejó inconsciente. Su hijo SANTIAGO bajó para ayudarle, pero al ver
que los bandidos le empezaron a disparar se echó a correr, se lanzó al río Nus,
con un balazo en la espalda. Como pudo buscó refugio y se hizo el muerto. Los
maleantes la emprendieron contra el helicóptero dejándolo inservible. Una hora
más tarde el ex alcalde de Medellín, ÁLVARO URIBE VÉLEZ, habría de conocer la
noticia del atentado. Inmediatamente, de manera impulsiva, decidió alquilar un
helicóptero para ir a rescatar a su papá. El mal tiempo no lo dejó llegar a la
zona. Al aterrizar de nuevo en Medellín le contaron algo que cambiaría el rumbo
de su vida; su padre y mentor, ALBERTO URIBE SIERRA, estaba muerto.
La hacienda LAS GUACHARACAS había sido adquirida
por Inversiones Uribe Vélez en noviembre de 1978. Eran 2.000 hectáreas partidas por la mitad tras el paso del río Nus.
Geográficamente los dominios del margen izquierdo eran suelos del municipio de YOLOMBÓ,
mientras que la otra extensión de tierra, donde quedaba la casa principal,
estaba en suelos del municipio de San Roque. La hacienda tenía como principal
actividad la cría, levante y venta de ganado. En los setenta, los Uribe Vélez
se habían dado a conocer por instalar varios negocios en la Región del Nus que
abarcaba los municipios de Yolombó, San Roque, Santo Domingo y Maceo.
La hacienda Las Guacharacas quedaba en medio de los
municipios Yolombó y San Roque.
El primer gran conflicto que tuvieron que lidiar
los Uribe Vélez en la zona, se presentó a finales entre 1978 y 1979 en el
municipio de Maceo, donde un grupo de 68 trabajadores unió sus voces creando el
sindicato Sintraagrícola. Estos empleados reclamaban por sus pagos y derechos
debido a que los Uribe Vélez se habían alcanzado con los gastos y el mantenimiento
del trapiche cañero. Alberto Uribe Sierra y su hijo Álvaro se vieron en la
obligación de ceder las escrituras de la finca La Mundial para pagar su deuda
con aquellos campesinos. Casualmente, muchos años después los herederos de tal
disputa, habrían de denunciar el despojo de aquellas tierras por parte de
grupos paramilitares que se habrían aliado con las Convivir.
Pero la historia de Las Guacharacas se partiría en
dos a partir de otro hecho calamitoso. El miércoles 2 de enero de 1995, justo
un día después de que Álvaro Uribe Vélez se posesionara como gobernador de
Antioquia, guerrilleros del ELN llegaron fuertemente armados a la propiedad.
Los insurgentes sometieron a los trabajadores, le prendieron fuego a la casa
principal, se robaron 600 reses, media docena de caballos y dieron un plazo de
24 horas a los jornaleros para que abandonaran el lugar. La ira del gobernador
no se hizo esperar e ipso facto mandó un grupo elite del ejército para
resguardar la zona y dar pronta búsqueda a los culpables. Meses más tarde
llegaría el rumor a la gobernación de Antioquia de que Humberto Mesa Lopera
-alias ‘Juan Pablo’- jefe guerrillero que había liderado la toma a Las
Guacharacas, se pavoneaba por todos los caminos de herradura en el nordeste
antioqueño, montando el mejor caballo que se había robado de la hacienda de los
Uribe Vélez. La ira del líder político estalló.
El gobernador fijó una recompensa para quien
entregara información sobre el paradero de los guerrilleros que tenían azotada
la Región del Nus, principalmente los malhechores de la quema a Guacharacas. El
10 de octubre de 1996 llegaría la buena nueva, había caído muerto alias ‘Juan
Pablo’ y tres insurgentes más. La muerte la registró oficialmente el comandante
de la IV Brigada del Ejército, general ALFONSO MANOSALVA FLÓREZ: “Entre los
insurgentes que fueron abatidos está Humberto Mesa Lopera, Alias ‘Juan Pablo’.
En 1995, Mesa Lopera había sido nombrado por la dirección del ELN como el jefe
del frente ‘Bernardo López Arroyave’. Estando en esta agrupación realizó sus
principales acciones delictivas entre las que se destaca su participación en la
quema de la finca Las Guacharacas perteneciente a la familia del gobernador
Álvaro Uribe Vélez”, dijo en su momento el general.
En 1995 guerrilleros del ELN, quemaron la hacienda
Las Guacharacas, se robaron ganado y caballos.
Las felicitaciones no se harían esperar. El
gobernador Álvaro Uribe Vélez expidió un comunicado público que decía: “La
administración Departamental exalta la labor del mayor general, Alfonso
Manosalva Flórez, comandante de la IV Brigada, de todos los oficiales y
soldados al servicio de la institución, por su creciente y eficaz compromiso de
rescatar la paz para el departamento”. En el mismo comunicado el gobernador
prometía pagar la jugosa recompensa a los informantes que habían hecho posible
la misión.
Sobre el hecho, otros testimonios contradecían la
versión oficial. El soldado Ferney Alberto Cardona, denunció que el operativo
militar contra el jefe guerrillero nunca ocurrió. Según Cardona, el insurgente
alias ‘Juan Pablo’ había sido capturado por paramilitares y entregado vivo a
los oficiales del ejército. “A ese señor lo capturó el alias ‘Lucas’ y se lo entregó vivo al señor mayor
CLAVIJO JESÚS MARÍA y al señor mayor ABONDANO. A ellos se lo entregaron vivo junto con otro hombre más y dos mujeres,
en un vehículo Trooper, luego los asesinaron dentro del vehículo a las afueras
del municipio de la Unión, reportándolos como si fuera en combates, declaró
el SOLDADO CARDONA. En investigaciones posteriores la Fiscalía coincidiría en
identificar a JACINTO ALBERTO SOTO TORO, alias ‘Lucas’, como uno de los
comandantes del Bloque Metro.
Evidencias recopiladas por Justicia y Paz advierten
que en el año 1995, meses después de la quema a la hacienda Las Guacharacas,
nacería el Bloque Metro en el municipio de San Roque. LUIS ALBERTO VILLEGAS
URIBE, PEDRO DAVID GALLÓN HENAO Y SANTIAGO GALLÓN HENAO fueron los tres
primeros hombres en ser acusados de fundar el grupo paramilitar. Todos ellos
tenían propiedades vecinas a la hacienda Las Guacharacas y habían hecho
negocios con los URIBE VÉLEZ.
La relación comercial entre los Uribe Vélez y los
Villegas Uribe había comenzado un año después del asesinato de Alberto Uribe
Sierra. En 1984, Inversiones Uribe Vélez Ltda; representada por su subgerente
Álvaro Uribe Vélez, le vende a Luis Alberto Villegas Uribe la hacienda La
Manada. Predio ubicado a orillas del río Nus, entre los municipios de Maceo y
Yolombó a escasos kilómetros de Las Guacharacas. Más tarde, en 1990, Santiago
Uribe Vélez le vende a Gloria Elena Cano López, esposa de Luis Alberto
Villegas, la hacienda El Desquite ubicada en el municipio de Maceo.
Álvaro Uribe reconoce la personería jurídica de la CONVIVIR
EL CONDOR.
En 1996 ÁLVARO URIBE VÉLEZ, actuando como
gobernador de Antioquia, legaliza la
creación de la Convivir El Cóndor, concediéndole la dirección a Luis
Alberto Villegas Uribe. Durante ese año se presenta la desaparición de cuatro
personas en San Roque, la masacre de seis personas en el corregimiento de
Providencia, la masacre de 8 personas en Maceo, el asesinato de tres personas
en San José del Nus y nuevamente la masacre de cinco personas en Providencia.
En 1998 un grupo de investigadores del CTI
realizaría el allanamiento al “Parqueadero Padilla”, lugar donde funcionaba la
oficina de finanzas del Bloque Metro. Allí fue capturado alias ‘Lucas’ quien se
fugó meses después de la cárcel Bella Vista y se desmovilizó en el año 2003. El
análisis de los documentos contables evidenció que con los dineros de la
Convivir El Cóndor se financiaba el pago a miembros de grupos paramilitares de
la zona. MARÍA PATRICIA TRUJILLO, mano derecha de LUIS ALBERTO VILLEGAS URIBE y
tesorera de la Convivir El Cóndor, recibió sentencia condenatoria de ocho años
de cárcel por parte del Juzgado Segundo Penal Especializado de Medellín; aunque
el acto fue revocado, en el año 2005
María Patricia Trujillo solicitó acogerse a Justicia y Paz, y declaró haber
hecho parte de las Autodefensas Unidas de Colombia AUC.
En San Roque, LUIS ALBERTO VILLEGAS URIBE comenzaría
a ser llamado con el alias de ‘TUBO’, después de haber montado un complejo
‘cartel de la gasolina’. Paramilitares
al mando de Villegas Uribe, instalaron una válvula clandestina en el poliducto
Sebastopol-Medellín, que atraviesa los municipios de Santo Domingo, San Roque
(pasando por Guacharacas) y Maceo. Las ganancias se empezaron a repartir en
un 40 por ciento para Villegas Uribe y el 60 por ciento para financiar el
Bloque Metro. El robó empezó a dar
tantas ganancias que Villegas Uribe montó su propia estación de gasolina.
El lunes 5 de diciembre de 2005 dos paramilitares
llegaron a la estación de gasolina de Luis Alberto Villegas Uribe en San José
del Nus. Entraron a su oficina disparando sin consideraciones dándole muerte de
inmediato. Los autores materiales del asesinato, los paramilitares Jaison
Andrés Lezcano y Milton Anderson Montoya fueron capturados y meses más tarde
sentenciados por los delitos de homicidio, concierto para delinquir y porte
ilegal de armas de uso privativo. Años más tarde RODRIGO PÉREZ, ALIAS ‘JULIÁN
BOLÍVAR’, comandante del Bloque Central
Bolívar confesó haber ordenado la muerte de Villegas Uribe. La mortal
sentencia de debió por los hechos de no reportar la instalación de un
laboratorio para el procesamiento de cocaína en Puerto Berrío en sociedad con
los GALLÓN HENAO, por haber hecho caso omiso a la prohibición del hurto de
gasolina y por seguir financiando al Bloque Metro, grupo con el cual Bolívar
empezaba a pelearse el poder del territorio.
Por el otro lado, la relación comercial entre los
Uribe Vélez y los Gallón Henao inició en marzo de 1987. En ese entonces
Inversiones Uribe Vélez le vende a Ganados del Norte -empresa de los hermanos
Gallón Henao- gran parte de la hacienda Las Guacharacas, exactamente las
extensiones de tierra que se circunscriben sobre la ribera izquierda del río
Nús, suelos pertenecientes al municipio de Yolombó. Los hermanos Pedro David y
Santiago Gallón Henao se dieron a conocer en la esfera nacional por el crimen
del jugador de la selección Colombia, Andrés Escobar. Los hermanos fueron
condenados a 15 meses de cárcel por el delito de “determinadores de falsa
denuncia agravada” pero un par de meses más tarde un juez los dejó en libertad
tras pagar una irrisoria multa.
En la región del Nus, no era un secreto que
Santiago Gallón Henao quien fungía como ganadero, tenía vínculos con el
paramilitarismo y con el narcotráfico. No
obstante sus negocios eran prósperos y tenían el aval del gobierno de turno. La
firma Clamasan S.A. dedicada a la cría, levante y ceba de animales,
representada legalmente por Santiago Gallón, recibió un subsidio de AGRO
INGRESO SEGURO por más de 140 millones de pesos.
El 10 de julio de 2009, Santiago Gallón Henao se
entregó a la Fiscalía General de la Nación, aceptando que durante varios años
financió grupos paramilitares en diversas regiones de Antioquia, entre ellos el
Bloque Metro, el Bloque Cacique Nutibara, el Bloque Central Bolívar y el Bloque
Héroes de Granada. En el año 2010, Gallón Henao fue condenado por concierto
para delinquir.
Izquierda: Santiago Gallón se declara culpable de
financiar grupos paramilitares. Derecha: el paramilitar Juan Monsalve en la
Hacienda Las Guacharacas.
En declaraciones a la Fiscalía General de la
Nación, los paramilitares Juan Monsalve y Pablo Hernán Sierra, alias ‘Alberto
Guerrero’, coinciden en denunciar que el Bloque Metro es creado en respuesta a
la quema de la hacienda Las Guacharacas en el año de 1995. Monsalve Pineda,
declaró haber sido trabajador de la hacienda mucho antes de la quema. Confesó
haber ingresado a las filas del Bloque Metro y denunció que la base militar de
dicho grupo era la hacienda Las Guacharacas. “En la foto donde yo estoy con el
camuflado y el fusil, eso fue en 1996 cuando estábamos cuidando y trabajando en
la finca Las Guacharacas que llegaron las autodefensas que se formaron allá. En
la foto en la parte de atrás se ve la autopista y se ve la casa de la profesora
y el garaje de la finca Guacharacas y se ve la casa de unos molinos que hay al
frente. Ya existía el grupo allí. Hacían parte Arboleda, Luis Alberto Villegas
Uribe y Rober Cano”.
PABLO HERNÁN SIERRA, alias ‘Alberto Guerrero’,
declaró en octubre de 2011 que hizo parte del Bloque Metro, que los jefes del
grupo delictivo fueron alias ´JOTA’ y CARLOS GARCÍA ALIAS ‘Doble Cero’. Además afirmó haber ayudado a financiar la
campaña de Álvaro Uribe Vélez en el año 2002, al promover una subasta ganadera
en la Bocana, y prestarle seguridad en el mismo evento con sus hombres del
Bloque Cacique Pipintá.
Hoy en la parte baja de Las Guacharacas existen
tres barrios; El Despertar, La Esperanza y el barrio Alberto Uribe Sierra.
Mientras que la parte alta sigue siendo propiedad de los Gallón Henao.
La maldición de Gucharacas aún persigue a Álvaro
Uribe Vélez. El pasado 8 de enero la Fiscalìa General de la Nación reabrió una
investigación que tuvo origen en hechos ocurridos a finales de los años
noventa. Acusaciones y denuncias refieren que el hoy ex Presidente Uribe pudo
haber contribuido, cuando era Gobernador de Antioquia a la formación del Bloque
Metro de las Autodefensas. Aunque el exmandatario ha negado cualquier vínculo
con los paramilitares y con la cruenta guerra que se libró en la región y la
hacienda donde asesinaron a su papá, la batalla jurídica para demostrar que es
inocente de los cargos que lo acusan, apenas comienza.